La frustración de Messi
Leo Messi sufrió su primera expulsión con la camiseta del Barcelona. La acción representa la frustración que vive el argentino, que forzó para jugar la final
Lo sucedido en los últimos minutos de la prórroga de la final de la Supercopa de España ejemplifica la situación que vive Leo Messi. El delantero argentino sufrió la primera expulsión de su carrera en el Barcelona después de agredir a Villalibre.
El gol de Iñaki Williams en la prórroga ponía por delante al Athletic en la final y hacía que a Messi se le apareciesen todos los fantasmas por lo vivido en los últimos meses con la camiseta azulgrana. Otro título que se escapaba, esta vez después de haber llevado su físico al límite tras forzar para llegar muy justo a un partido que encima se iba al tiempo extra. Leo no podía más y la frustración se apoderó de él en el momento en el que golpeó a Villalibre sin el balón en juego.
Una vez más Messi se vio perdedor sintiendo que todo lo que le rodea no le ayuda a ser campeón. Ni las soluciones en el banquillo comandado por Koeman, ni los errores atrás de defensores faltos de experiencia, ni una entidad que sigue descabezada sin un presidente que tome decisiones. Y no pudo contenerse. Pulsaciones a 200 y un error impropio de un jugador como Leo que ahora se expone a una dura sanción. Hasta 12 partidos podrían caerle al argentino, aunque todo apunta a que se quedarán en cuatro. Todo queda en manos del Comité de Competición y su interpretación del acta y de la acción.