EURO 2016: AMISTOSO ESPAÑA VS COREA DEL SUR

Nolito se reencarna en Villa

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La Selección celebra un gol de Morata. (Getty)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Jugaba Casillas. Vale que está acabado como OBK o como el señor Galindo, pero también tiene derecho a jugar algún partido de mentirijilla el hombre. Pero no teman: en la Eurocopa jugará De Gea. Escoltaban a Iker en las bandas Bellerín y Azpilicueta, que también serán suplentes en la Euro, con Piqué y Bartra en el centro.

El mediocampo era para Bruno, Cesc, Iniesta y Silva. Los dos primeros apuntan al banquillo para que entren Busquets y Thiago. Y arriba, Nolito, el jugador más en forma de los 23, y Morata, el niño bonito de Vicente del Bosque.

Había menos gente en el estadio del Salzburgo que un mitin de Izquierda Unida. Será que La Roja ya no tiene el tirón de antaño. Las gradas desangeladas auguraban un entrenamiento con árbitro. No se equivocaban.

A los dos minutos apareció Nolito, what else?, después de un pase filtrado por Silva y un desmarque de ruptura del torero de Sanlúcar. Un coreano de cuyo nombre no puedo acordarme evitó el gol. Pero fue un espejismo. Dominaba Corea con una presión furiosa que desorientó al equipo español.

Nolito y nada más

España había salido dormitando como un diputado en el Congreso, quizá porque pensaban que andando también se puede ganar a un rival como Corea del Sur, que no es precisamente el Brasil del 70. El partido era un truño y sólo el talento de Nolito despertaba a La Roja del sopor.

Morata metió un gol, ¡aleluya!, lástima que estuviera un metro en fuera de juego y que además hubiera hecho falta al defensa que le defendía. Cachis. El ex madridista, próximo madridista y futuro ex madridista se parece cada día más a Fernando Torres: hace todo bien menos marcar goles.

España empezaba a dominar por inercia y porque los coreanos habían perdido gas en su presión. Pero era un dominio sin ganas, casi a regañadientes como un niño al que le llevan a la peluquería. Una buena jugada coral de La Roja la culminó Bellerín dentro del área con un tiro blandito que desvío sin apuros ni estilo el portero Jin-Hyeon, que tiene cara de malo de película de Bruce Lee.

El coreano infiltrado

A la media hora apareció Silva. El nieto del coreano hizo un gol de falta propio de la Play Station. Salvó la barrera con una parábola propia de Jesucristo y su disparo se coló por la escuadra de Jin-Hyeon, que se había tirado bien. Pero debió de darse un golpe en la cabeza o algo, porque un minuto después se hizo la picha un lío y regaló la pelota a Morata, que no se la esperaba y dio un pase medio trompicado para Cesc, que marcó a puerta vacía. Ala, 2-0 y trámite resuelto.

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El portero de Corea, después de regalar un gol a España. (Reuters)

En el 38, con el partido cuesta abajo, apareció Azpilicueta para dar un pase a lo Zidane al desmarque de ruptura de ese genio de delantero que se llama Nolito. El Niño de Sanlúcar sentó a un coreano con una chicuelina y se la puso por debajo de las piernas al portero como quien deja un pase de pecho mirando al tendido. Sí, ustedes y yo lo sabemos: Nolito, Nolito, Nolito es cojonudo, como Nolito no hay ninguno.

Un dato: en sus dos últimos partidos con España Nolito ha marcado el triple de goles (3) que Morata con la selección en diez partidos. Puede que sin querer Del Bosque haya encontrado el nueve que necesitaba España, porque Nolito es lo más parecido a Villa que ha tenido La Roja desde que la edad nos privara del Guaje.

Del Bosque pasa al doble pivote

En la segunda parte, Del Bosque hizo cuatro cambios de salida. Entraban Busquets, Alba, Pedro y Thiago y salían Azpilicueta, Cesc, Iniesta y Silva. Cambio de sistema y aparición de algo que el seleccionador tiene entre ceja y ceja: el doble pivote. Bruno y Busquets blindaban el centro del campo, con el trío Nolito-Thiago-Pedro por delante.

Una falta lateral botada por Thiago la peinó Morata a gol. Lástima que estuviera (otra vez) un par de kilómetros en fuera de juego. Y a la tercera fue la vencida para Morata. El córner lo botó Thiago y el delantero de la Juve marcó en el área pequeña después de una intolerable cantada del meta coreano. Fue un gol tan obsceno que Morata ni lo celebró, como si hubiera jugado en Corea del Sur de pequeño.

A los 53 volvió a anotar Nolito. Lo hizo al aprovechar una gran maniobra de Pedro y Bellerín. Mientras Morata se enredaba rodeado de coreanos, Nolito dio un paso atrás y buscó el espacio libre. Bellerín le vio y el delantero del Celta firmaba su segundo doblete y se ganaba el pasaporte a la titularidad, porque Del Bosque no es tonto.

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Los jugadores de España celebran un gol ante Corea del Sur. (Reuters)

Morata tuvo en sus botas el sexto, pero ¿adivinan?… Sí, estaba en fuera de juego. Bueno, y su vaselina se fue al larguero, que es otro pequeño detalle. Del Bosque había metido ya a Aduriz al terreno de juego en lugar de Bruno, lo que provocaba otro cambio de sistema al 4-4-2.

Hasta Casillas se luce

Hasta Casillas se lució con una palomita como en sus mejores tiempos a un disparo intrascendente de un coreano. El árbitro no le concedió ni el córner para que sus compañeros le felicitasen. Luego le hicieron un túnel, pero sin peligro. Y en el 71 se tuvo que estirar otra vez Iker para sacar una mano notable en pleno relax de la selección española. Luego Del Bosque hizo debutar a Sergio Rico.

El partido no tenía ninguna historia, más allá de los detalles de calidad de un Thiago que jugaba sobrado y eliminaba coreanos como si estuviera en un videojuego. La prueba había sido satisfactoria ante un rival flojo, blandito, modesto, pero se había visto un punto de mejoría en España. En esas, ya en los minutos de la basura, marcó Corea del Sur. Lo hizo Se-Jong con un disparo que tocó en Bruno y descolocó a Sergio Rico.

El sexto lo marcó Morata –su primer doblete con La Roja– después de una asistencia de Aduriz y otro regalo del portero coreano, que metió la mano blanda. El delantero centro de España se quedó sin ángulo, pero la tocó con habilidad para meterla en el segundo palo. Ahora sí: aleluya.

Se acababa el amistoso ante Corea del Sur con la mejor conclusión para Del Bosque: que Morata por fin ha visto puerta y que ha encontrado el goleador que necesitaba España desde que Villa dejó la selección. Se llama Nolito y ha venido para quedarse. Y para jugar.

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