Final de la Copa Libertadores 2018

Boca – River y la final de la Libertadores: el partido del siglo con miedo en Argentina

Buenos Aires y Argentina se paralizan para el partido más importante de la historia de Boca y River. La final de la Copa Libertadores será mucho más que un partido de fútbol

Boca Juniors River Plate
Boca Juniors y River Plate se enfrentan en la final de la Copa Libertadores.

Es más que un partido. Es más que una final. Este sábado Buenos Aires será la única capital del planeta fútbol. Se lo ha ganado con creces, porque en Argentina no habrá otra cosa que el partido de toda una vida. Y es así, sin ninguna exageración. Boca Juniors y River Plate protagonizan el duelo más importante de sus historias, el encuentro que marcará una época a todo un país y aún con incógnitas de que supondrá esto para Argentina, que vive con temor las consecuencias del SuperClásico.

El destino ha querido regalar un Boca – River en la última final de la Copa Libertadores que se disputará a dos partidos. La ‘Champions de Sudamerica’ se despide, al fin, este año de la final a doble partido pero lo hace con la final más mediática de su historia. Un Boca Juniors – River Plate siempre es un encuentro electrizante, pero que sea en la final del torneo más importante que ambos equipos pueden disputar lo hace histórico.

En La Bombonera este sábado (21:00 hora peninsular española, 17:00 hora local) y el próximo sábado 24 de noviembre (misma hora) en El Monumental se juega la final más importante de la historia del fútbol sudamericano y uno de los encuentros más apoteósicos de la historia del fútbol moderno a nivel global. No exageramos. Como muchos han dicho en Argentina, después de este Boca – River no hay vida: hay eternidad para el que gane e infierno continuo para el que pierda.

Temor en Argentina por las consecuencias

Por este motivo, por todo lo que rodea al ‘partido del siglo’, Argentina vive con temor las posibles consecuencias de una de las rivalidades más calientes del mundo. Boca y River siempre han sido enemigos íntimos, luchadores por el poder de Buenos Aires y la Argentina y por mucho más. Todo encuentro, por mucho que fuera de menor importancia, ha supuesto una rivalidad que va más allá del fútbol: familias viven solo para ello, son semanas de tensión que desembocan en partidos con alto riesgo de peligrosidad.

En un país aún madurando social y políticamente, el Boca – River en la final de la Libertadores le ha llegado como una oportunidad para mostrarse al mundo pero también con fantasmas del pasado. Nadie puede asegurar que tras la finalización de la eliminatoria todo pueda ser normal. En Argentina el fútbol es mucho más que fútbol, la pasión es más que pasión y el partido no acabará con el pitido final. Nadie oculta que una final de estas características puede partir al propio país y sumergirle en una crisis social.

Sin afición visitante por miedo a «muertes»

El presidente del país, Mauricio Macri (expresidente de Boca y exalcalde de Buenos Aires), pidió calma sabedor de lo que se le viene encima. «Tenemos una oportunidad de demostrar madurez y de que estamos cambiando, que se puede jugar en paz», comentó Macri, que reunió a el Ministerio de Justicia y al departamento de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, así como a los dos equipos y a la CONMEBOL. El deseo del Gobierno era que la afición visitante pudiera estar en el campo rival, tanto en la ida como en la vuelta, para dar una imagen de normalizar. No sera así. La frase de Rodolfo D’Onofrio, presidente de River Plate, lo dejó todo claro. «No me quiero hacer cargo de una muerte», dijo. Pues eso.

Por 5.000 dólares está ya el precio en reventa del Boca – River cuando el precio oficial es de 90. «La experiencia deportiva más intensa del mundo», recuerdan en Argentina. «Insuperable por ningún otro en el mundo por su pasión e intensidad», añaden. Diputados argentinos han pedido que la TV nacional emita el partido, considerándolo un bien de servicio público. Aún no está confirmado.

¿Es el Boca – River más que un Madrid – Barça? Es la gran pregunta que estos días se hacen muchos amantes del fútbol. En intensidad, riesgo de incidentes y rivalidad deportiva, sí. En Buenos Aires, y en Argentina, se vive el fútbol de una manera más pasional que en España, y aunque la rivalidad Madrid-Barça sea altísima, un Boca-River es algo más. No solo es un partido de fútbol. Y durará muchos días… y semanas.

Sin embargo, la final de la Libertadores es eso, dos partidos de fútbol que pasarán a la historia porque de allí saldrán unos eternos y otros hundidos. Argentina paralizada durante dos semanas y el mundo viendo dos campos míticos en la historia del fútbol. Es la final de la Libertadores más importante. Un espectáculo único.

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