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PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 36

0-2. El Atlético le regala la Champions a Simeone en su partido 400

Gana en Elche garantizando su clasificación entre los cuatro primeros y recuperando la tercera posición

El equipo estuvo sólido en defensa ante un rival que nunca bajó los brazos

Cunha se reivindica como delantero centro titular y De Paul se lleva una alegría

Griezmann participó en los dos goles, pero una semana más volvió a quedarse sin marcar

Un empate ante el Sevilla el domingo le basta para retener la tercera plaza, pero una victoria la garantiza

En el partido 400 de Simeone el Atlético no sólo aseguró la Champions 22-23, sino que también le arrebató al Sevilla la tercera plaza y obliga a los andaluces a ganar el domingo en el Metropolitano para recuperarla. Un gol de Cunha en el primer tiempo y otro de De Paul en el segundo resolvieron un choque abierto en el que el balón rondó los áreas con frecuencia, pero en el que los rojiblancos fueron más contundentes.

La noche sirve para confirmar el salto de nivel que ha dado Mattheus Cunha, convertido ya en la referencia en ataque de un Atlético en el que Luis Suárez ha acabado transformado en un adorno. El futuro dirá si el club confía en el brasileño como titular la próxima temporada o si busca una alternativa más contrastada, pero el crecimiento del campeón olímpico es evidente. Griezmann volvió a quedarse sin marcar y cada vez le quedan menos ventanas para lograrlo en esta Liga, pero de nuevo su partido fue esperanzador. Intervino en los dos goles y fue asistente de De Paul en el 0-2. Sin embargo de él se espera más contundencia ante la portería adversaria.

La noche comenzó con una nueva lesión. Todo en orden en la oficina, es moneda de cambio habitual en el Atlético. Vrsaljko se fue al suelo quejándose de un problema muscular y Simeone tiró de manual para cambiar de banda a Carrasco y entregarle la banda izquierda a Lodi. Mano de santo porque a los 28 minutos un pase raso del brasileño encontró en boca de gol a su compatriota Cunha, que se anticipó a Bigas para marcar el 0-1 que ponía en ventaja a los rojiblancos.

Valiente y atrevido, trufado de jugadores con muy buena pinta, el Elche miró al Atlético de frente y se fue a por el empate. Lo tuvo Bigas tras un saque de esquina, pero su remate con la frente no encontró portería ante el lamento del defensa mallorquín, que no hubiera encontrado respuesta por parte de un Oblak que no pudo hacer otra cosa que seguir el balón con la mirada.

Francisco agitó el partido a los 57 minutos con tres cambios con los que refrescar un ataque muy exigido. Boyé, con poco tono físico tras su lesión, dejó su plaza a Carrillo, mientras que Josan y Kike alimentaron el juego exterior de un Elche que seguía firme en su búsqueda del empate, aunque acabó perdiendo la fe a los 62 minutos cuando un contragolpe rojiblanco dejó a Griezmann solo ante Edgar Badía. El francés pudo haber marcado, pero fue generoso y le entregó el gol a De Paul, que a puerta vacía anotó su segundo gol en Liga desde que viste de rojiblanco.

El 0-2 amansó el partido y dejó lo que quedaba de noche convertido en un canto a la alegría porque el empate del Mallorca en Sevilla garantizaba la permanencia matemática del Elche, que lo celebró con la grada cuando González Fuertes envió a los jugadores al vestuario, aunque antes el Atlético tuvo el 0-3 en un disparo de Correa al travesaño a pase de Suárez. Al final el partido 400 de Simeone fue redondo, aunque ahora queda confirmar la tercera plaza ante el Sevilla este domingo en el Metropolitano.