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Los alimentos de verano que nunca debes comprar en el supermercado

El etiquetado de los alimentos debería indicar el grado de procesamiento
Un supermercado.
Blanca Espada

Ahora que ya estamos en verano y con mucha gente de vacaciones, aumentan las compras a pesar de que también los precios ha aumentado. En el caso de los supermercados, podemos encontrar muchos alimentos frescos y aquellos que son de temporada, pero debemos ir con mucho cuidado durante esta época del año especialmente cuando se trata de lo que compramos para comer. Descubramos a continuación, cuáles son los alimentos de verano que nunca debes comprar en el supermercado.

Evita comprar esto en el supermercado

El caro combustible y la creciente disparidad entre el comercio minorista y la gran distribución nos obligan a reflexionar, ya que para una economía verdaderamente más sostenible y una conciencia inmediata del consumismo desmedido y todas las consecuencias que trae, es bueno, cuando estemos en las condiciones adecuadas, apoyar a los pequeños agricultores de nuestro país.

Por este motivo, podemos aprovechar el verano para comprar algunos alimentos de temporada, directamente en minoristas en lugar de hacerlo en los supermercados. De hecho, productos como  tomates, melones, sandías, o cerezas, pueblan estos días los supermercados, pero junto a estos encontramos también envoltorios de plástico que podemos ahorrarnos si nos dirigimos a la venta local.

No olvidemos además que cuando vamos al supermercado, además de llenarnos de plástico, al comprar determinados productos también nos vemos abocados a consumir mucha más sal y azúcar de la necesaria al ser productos de fabricación industrial.

¿Un ejemplo llamativo? La sopa enlatada : ciertamente es más cómodo tenerla lista, pero está llena de sodio (que también actúa como conservante) y hacerla uno mismo no es tan difícil. Ya sea fría o caliente, solo unos pocos ingredientes y un poco de paciencia son suficientes.

Las frutas secas también se pueden encontrar en los mercados de agricultores locales en lugar del supermercado habitual, mientras que la limonada es mucho más sabrosa y nutritiva si es fresca y no envasada. Esta generalmente incluye jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y otros conservantes que alteran el sabor.

La albahaca, el orégano, el perejil, el romero y otras hierbas frescas pueden darle ese toque extra a la parrilla, mientras que las especias en frascos que encontramos en los estantes de los supermercados suelen ser mucho menos intensas en su sabor original y más saladas. Si es posible, intentemos cultivar hierbas aromáticas en jardineras en el jardín o también, en el balcón.

Evita también los polos helados en el supermercado: simplemente haz un puré de frutas de tu elección y viértelo en los moldes especiales con un palito insertado y listo. Conseguiremos la máxima frescura sin colorantes ni edulcorantes artificiales. Tampoco las tortitas, panqueques y gofres industriales : el agua y la harina son generalmente suficientes para hacerlas en el desayuno.

Las frutas y verduras cortadas en trocitos , en cómodos envases de plástico, expuestas a la vista en el armario frigorífico suele costar el triple que las enteras, y se deterioran antes. Por este motivo, basta con esforzarse un poco y cortar nosotros mismos las verduras o frutas que queramos para no desperdiciar nada y ahorraremos un poco. Por último, evita comprar ensalada de patata , el acompañamiento perfecto para platos de carne y pescado, ya que está aliñada con mucha más mayonesa de la que necesitas y en este caso, también es fácil de hacer.

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