Adiós a este parque de atracciones tras 25 años funcionando: también cierra su parque acuático para siempre
El cierre de este parque de atracciones deja a 70 personas sin trabajo
Durante más de 25 años, ha sido uno de los lugares preferidos para familias, adolescentes y amantes de la adrenalina. El parque de atracciones Six Flags America, situado en Bowie (Maryland), no sólo ha ofrecido emociones fuertes y veranos pasados por agua en su parque acuático Hurricane Harbor, sino que también ha formado parte del paisaje emocional de toda una generación. Sin embargo, el tiempo de este emblemático complejo de ocio está llegando a su fin: sus puertas cerrarán definitivamente el 2 de noviembre de 2025.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre empleados, vecinos y visitantes habituales. El anuncio, que ya ha sido confirmado oficialmente por la compañía matriz, ha generado una oleada de reacciones y aunque el comunicado de la empresa habla de un replanteamiento estratégico, el cierre se interpreta por muchos como el fin de una era. Con este adiós dice adiós un parque de atracciones emblemático, a sólo media hora de Washington D.C., y no sólo eso, ya que casi 70 personas se quedarán sin trabajo una vez se produzca el cierre. Six Flags America que había logrado consolidarse como uno de los centros de entretenimiento más importantes del área, dejará sus 500 hectáreas de terreno a la espera de un nuevo capítulo que para muchos sigue lleno de incertidumbre. Conozcamos qué ha pasado y el porqué de este cierre.
El cierre de uno de los parques de atracciones más famosos de Estados Unidos
Aunque bajo el nombre de Six Flags America comenzó a operar en 1999, el parque ya contaba con una historia anterior llena de cambios y adaptaciones. Sus orígenes se remontan a los años 70, cuando el empresario texano Ross Perot impulsó en esos terrenos una reserva de vida salvaje. Más tarde, en 1974, la cadena de televisión ABC compró el terreno para inaugurar Wild World, un parque de atracciones que evolucionaría con los años, pasando por diversas manos y nombres hasta convertirse en lo que hoy conocemos.
Durante estas décadas, el parque ha ido reinventándose, añadiendo nuevas atracciones, tematizaciones y eventos para mantenerse al día. Una de sus joyas más emblemáticas ha sido una montaña rusa de madera con más de cien años de historia, trasladada desde el desaparecido Paragon Park en Massachusetts. Esta atracción, considerada la tercera más antigua del mundo, ha sido uno de los grandes reclamos para los nostálgicos de las experiencias clásicas.
Más allá de las atracciones, Six Flags America ha sido escenario de propuestas culturales, festivales, espectáculos en vivo y celebraciones temáticas que marcaban el calendario de muchas familias locales. Todo eso, lamentablemente, se detendrá tras la temporada de 2025.
La decisión que ha llevado a anunciar el cierre
Según el comunicado emitido por la compañía, el cierre responde a una estrategia de crecimiento que prioriza otras ubicaciones dentro del conglomerado Six Flags. Aunque no se han dado detalles sobre cuáles serán esas nuevas prioridades o inversiones, lo que sí se ha confirmado es que todos los trabajadores del parque, cerca de 70 empleados fijos, serán despedidos. La empresa ha asegurado que recibirán indemnización y beneficios como parte del proceso de cierre.
Estas declaraciones no han calmado los ánimos. Las autoridades del condado de Prince George han expresado su decepción públicamente. Wala Belgay, concejala del condado, lamentó el impacto que tendrá el cierre en la comunidad: «No sólo se va un parque, se va una parte de nuestra historia». Por su parte, Edward Burroughs III, presidente del Consejo del Condado, ha asegurado que esta decisión supone una pérdida social: «Menos oportunidades de encuentro, menos lugares para que los niños crezcan jugando, menos alternativas de ocio accesible».
El sentimiento se ha replicado también en redes sociales, donde antiguos visitantes han compartido sus recuerdos y emociones. Para muchos, el parque no era solo un lugar de diversión, sino un símbolo de su infancia, de tradiciones familiares y de veranos interminables.