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Adiós averías: el secreto que me reveló el técnico de la lavadora que me dejó alucinado

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La lavadora es un electrodoméstico esencial en la vida cotidiana, y su correcto funcionamiento depende en gran medida del mantenimiento adecuado. Muchas personas utilizan la lavadora de manera rutinaria, confiando en los programas automáticos y las temperaturas bajas para una limpieza eficiente. Sin embargo, este enfoque puede llevar a problemas a largo plazo si no se tiene en cuenta el cuidado necesario.

Para mantener la lavadora en óptimas condiciones y evitar averías costosas, es crucial implementar ciertos hábitos de mantenimiento. La limpieza regular de componentes internos y el cuidado de partes específicas como la goma y el filtro son pasos clave. Adoptar estas prácticas no sólo previene problemas mecánicos, sino que también garantiza que la ropa se lave adecuadamente y que el electrodoméstico tenga una larga vida útil.

El problema de lavar a temperaturas bajas

La lavadora es fundamental para mantener la ropa limpia, especialmente en hogares con mascotas. Sin embargo, recurrir a lavados frecuentes a temperaturas bajas (entre 30 y 40 grados), puede generar problemas tanto en la limpieza de las prendas como en el mantenimiento del electrodoméstico. Aunque es una práctica común para ahorrar energía, no elimina completamente los gérmenes ni permite una adecuada autolimpieza de la lavadora, lo que puede provocar la acumulación de residuos de detergente y suavizante en el tambor.

Los técnicos recomiendan hacer lavados ocasionales a temperaturas más altas (entre 60 y 90 grados) para desinfectar las prendas, especialmente las toallas o ropa de cama, que suelen acumular bacterias y ácaros. Además, contribuyen a mantener la lavadora libre de residuos y suciedad, reduciendo la necesidad de utilizar programas específicos de limpieza del tambor.

Aunque lavar a temperaturas más altas implica un mayor consumo energético, este gasto es moderado y se limita a una fase específica del ciclo de lavado, lo que optimiza tanto la limpieza de la ropa como el rendimiento del electrodoméstico.

Errores a evitar

A menudo cometemos errores al usar la lavadora que afectan tanto a la ropa como al propio electrodoméstico. Uno de los más comunes es no entender correctamente la lavadora. Es esencial conocer el significado de los símbolos para usar adecuadamente el detergente y elegir el ciclo correcto. Esto optimiza el lavado y evita problemas innecesarios.

Además, es habitual no revisar los bolsillos de las prendas antes de lavarlas. Pequeños objetos pueden obstruir el filtro o incluso dañar el tambor, y un simple pañuelo de papel olvidado puede causar un desastre. También es habitual no tratar las manchas antes de lavar las prendas.

El abuso de detergente o suavizante también suele dar problemas. Excederse puede dañar las fibras de la ropa y aumentar la contaminación, mientras que usar cantidades insuficientes no limpia adecuadamente la ropa. Por otro lado, sobrecargar la lavadora es otro de lo errores más frecuentes. La ropa necesita espacio para moverse en el tambor y lavarse correctamente. Finalmente, no colgar la ropa inmediatamente después del lavado provoca malos olores a humedad, que pueden ser difíciles de eliminar.

Cómo limpiar la lavadora

Los técnicos recomiendan limpiar la lavadora aproximadamente cada tres o cuatro meses para evitar obstrucciones y mantenerla en buen estado. Esto incluye limpiar el interior, como la goma, las cubetas del detergente y el filtro.

La parte exterior se limpia con un paño húmedo, pero la atención debe centrarse en el interior. Para ello, hay que limpiar la goma del tambor, que puede acumular suciedad y moho. El proceso es muy sencillo: tirar de la goma hacia fuera, frotarla con un paño humedecido en agua con vinagre o un limpiador específico, y luego secarla bien.

Limpiar el filtro de la lavadora también es fundamental para el buen funcionamiento de este electrodoméstico. Para limpiarlo, se debe desenchufar el aparato, colocar un recipiente para recoger el agua residual, y retirar el filtro, que suele estar en la parte inferior. Hay que enjuagarlo bajo agua fría y limpiarlo con un cepillo para eliminar restos de pelusas y otros desechos.

Para limpiar el tambor, se programa un ciclo largo de lavado con la lavadora vacía, utilizando un desincrustante o vinagre en lugar de detergente. Finalmente, para desinfectar la lavadora, se puede añadir media taza de vinagre en el cajetín del detergente y realizar un ciclo en vacío con agua caliente.

Si el agua de la zona es dura, usar un producto antical puede prevenir la formación de depósitos calcáreos, y un limpiamáquinas cada ciertos meses ayuda a mantener limpios los conductos internos. De este modo, se asegura una mejor higiene y un funcionamiento más eficiente de este electrodoméstico.

En definitiva, mantener la lavadora en buen estado es fundamental para su rendimiento y durabilidad. Adoptar prácticas de limpieza y cuidado regulares previene problemas y asegura una colada efectiva. Así, la ropa queda perfectamente limpia, al tiempo que se alarga la vida útil del electrodoméstico y se evita enfrentar costosas reparaciones a medio y largo plazo.