El estilo de uñas que elegimos en cada estación no es una decisión al azar, más bien, un reflejo de las tendencias, una extensión de nuestro estilo que plasmamos de forma permanente en nuestro look diario. Hasta el punto en el que hoy hablamos de nails art. El arte de la manicura, que se ha convertido en un fenómeno viral entre las celebrities, generando un podio de estilos que este año tiene un ganador: las uñas de cristal. Durante el último año, hemos visto en reiteradas ocasiones a personalidades como Taylor Swift, Sabrina Carpenter o nuestra Úrsula Corberó. Y, como no puede ser menos, también se ha convertido en nuestra manicura.
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El fenómeno ‘wet nails’
Las uñas de cristal es uno de esos estilos atemporales que siempre triunfa. Consiste en aplicar una base cromada y luego una capa gruesa de gel Aplex o bien polvos de cristal (en función del acabado deseado) para conseguir el efecto brillante. Su origen se encuentra en la búsqueda de un resultado mucho más brillante y pulido en las uñas de efecto glaseado que se viralizaron hace unos años. Un efecto y un estilo que, aunque en la primera impresión pueda resultar llamativo o extravagante, el resultado que deja es todo lo contrario, consiguiendo un estilo refinado y sofisticado.
Precisamente porque una de las mayores ventajas de este acabado es su versatilidad para amoldarse y encajar con cualquier personalidad y estética. Su carácter polifacético ha hecho que veamos las uñas de cristal en estilos completamente opuestos.
Diferentes looks en un mismo estilo
Como característica principal de las uñas de cristal encontramos una base en el minimalismo. Siempre pudiendo añadir incrustaciones, cristales o incluso pequeños detalles de color.
Que se lo digan a Lisa y Rosalía. Una de las imágenes de promoción de su sencillo New Woman (estrenada el pasado 16 de agosto) en la que ambas cantantes comparten dos estéticas completamente opuestas de este mismo estilo. De hecho, en la catalana hemos podido ver este estilo en versiones mucho más arriesgadas en sus inicios, cuando arrancó la época dorada del maximalismo en la manicura.
Los tonos perlados son los más populares en esta tendencia. Sin embargo, hemos visto en Hailey Bieber cómo puede adaptarse el espectro cromático hacia tonos más térreos. El resultado es el mismo: un efecto gloss en la manicura, pero añadiendo un tono de color. Esta opción se convierte en la inspiración ideal, precisamente durante estos meses de invierno, cuando tendemos a incluir tonos más oscuros en la manicura.
Otro estilo es incluyendo color, como vimos en la manicura de Taylor Swift. La cantante se decantó por el dorado, incluyendo en la parte superior el efecto cristal para conseguir potenciar el tono de base.
Cómo conseguir el efecto uña de cristal
Para las uñas de cristal lo primero es, como siempre, tener un buen nailcare de base que nos permita preparar la uña para los esmaltes que aplicaremos a continuación. Al igual que ocurre en el maquillaje, limar y pulir la superficie de la uña ayudará a mejorar el resultado final de los tonos que apliquemos a continuación. Algo especialmente importante para conseguir el efecto deseado en este tipo de manicuras es la base, pues es clave para conseguir el efecto pulido final.
L’Oxygéné de Nailberry es una línea de esmaltes transpirables y oxigenados que cuidan la salud e hidratación natural de las uñas. Con una fórmula libre de doce tóxicos, vegana, cruelty-free y certificada halal, combina ética y seguridad. Su gama de 18 tonos, actualizados por temporada, incluye un pincel innovador para una aplicación uniforme y perfecta.
Esta manicura es ideal para las que apuestan por un estilo minimalista. Una vez le hayas dado forma, aplica la base para fortalecer la uña y favorecer la adherencia del esmalte elegido a continuación. Momento de la primera capa: elige entre un tono con o sin color y aplícalo de forma que quede uniforme. No tengas reparo en aplicar más de una capa, lo importante es que toda la superficie de la uña quede de un mismo tono.
Lo siguiente será proporcionar el efecto cristal. En este caso hay varios productos. El más indicado es el polvo de cristal, aunque hay esmaltes que también consiguen proporcionar ese brillo final. Termina aplicando top coat para una mayor duración.
