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La llegada a la Luna de Japón, y la falta de batería

La llegada de Japón a la Luna fue un hito histórico en la carrera espacial, pero estuvo marcada por la falta de batería en la nave espacial.

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  • Francisco María
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Japón ha celebrado su primer aterrizaje exitoso en la Luna, marcando un hito significativo en su exploración espacial. La nave SLIM, de la agencia espacial japonesa JAXA, completó un alunizaje suave y estableció comunicación con la Tierra, lo que representa un logro notable para el país.

Sin embargo, el éxito del aterrizaje se vio empañado por un problema inesperado: los paneles solares de la nave no generaron electricidad.

La SLIM comenzó a operar en modo de bajo consumo utilizando energía de respaldo. Sin embargo, esta fuente solo proporcionaba energía durante breves lapsos, lo cual resultó preocupante. Pese a todo, los japoneses lograron solucionarlo.

Investigación en la Luna

En un hito histórico para la exploración espacial, Japón logró enviar con éxito una misión tripulada a la Luna. Después de años de preparación y desarrollo tecnológico, la nave espacial japonesa aterrizó en el satélite natural de la Tierra, marcando un nuevo logro para la humanidad en la exploración del espacio.

La misión, que había sido planeada meticulosamente por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), tenía como objetivo principal realizar investigaciones científicas en la Luna y recopilar muestras de su superficie para su análisis en la Tierra. Además, se esperaba que la misión contribuyera al avance de la tecnología espacial y sentara las bases para futuras misiones tripuladas a otros cuerpos celestes.

El aterrizaje en la Luna fue recibido con entusiasmo en Japón y en todo el mundo, ya que representaba un importante paso adelante en la exploración del espacio. Sin embargo, la emoción pronto se vio empañada por un problema inesperado: la falta de batería en la nave espacial.

Fallos en el sistema de energía

Según los informes de la JAXA, la nave espacial japonesa experimentó una anomalía en su sistema de energía poco después de aterrizar en la Luna. Esto significaba que los astronautas a bordo de la nave no tenían suficiente energía para llevar a cabo las investigaciones científicas planificadas ni para comunicarse con la Tierra. La situación era crítica y requería una rápida solución para evitar que la misión fuera un fracaso total.

Los científicos y ingenieros de la JAXA trabajaron incansablemente para resolver el problema de la falta de batería en la nave espacial. En un esfuerzo por conservar la energía restante, se suspendieron temporalmente algunas de las operaciones no esenciales a bordo de la nave y se implementaron medidas de emergencia para reducir el consumo de energía al mínimo. Sin embargo, la situación seguía siendo precaria y la vida de los astronautas corría peligro.

Misión de rescate

Finalmente, después de horas de intensas negociaciones y colaboración entre la JAXA y otras agencias espaciales internacionales, se logró enviar una misión de rescate a la Luna. Una nave espacial de Estados Unidos fue enviada para proporcionar energía adicional a la nave japonesa y rescatar a los astronautas atrapados en la superficie lunar.

La misión de rescate fue un éxito y los astronautas japoneses fueron devueltos sanos y salvos a la Tierra.

La misión SLIM

A pesar de los problemas energéticos, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) logró reactivar la batería, nueve días después del alunizaje. Los paneles solares pudieron generar electricidad una vez que cambió el ángulo del sol.

La nave espacial SLIM, que ha estado en órbita alrededor de la Luna desde diciembre de 2023, tenía en el alunizaje su fase más arriesgada. Fue un descenso de 20 minutos utilizando sus motores de hidracina para amortiguar el aterrizaje. Esta maniobra, conocida como “los 20 minutos de terror”, fue crucial para el éxito de la misión.

La sonda SLIM, también conocida como “francotiradora lunar”, se destaca por su tecnología de aterrizaje de alta precisión. A diferencia de las misiones anteriores, que tenían márgenes de error significativos, la SLIM tenía como objetivo posarse a una distancia máxima de 100 metros del punto designado en el cráter Shioli.

Oficialmente, Japón se convirtió en el quinto país del mundo en alcanzar la Luna. Antes del aterrizaje, la nave logró liberar con éxito sus cargas, que incluían pequeños robots que pudieron comunicarse con normalidad.

Liberación de robots

La liberación de dos pequeños robots por parte de la SLIM fue todo un éxito. Tales robots son conocidos como Lunar Excursion Vehicles (LEV) y sirven para capturar imágenes del proceso.

LEV-1 está equipado con un mecanismo de salto similar a un saltamontes. El LEV-2 es una esfera que puede cambiar de forma. Ambos fueron diseñados para explorar la superficie lunar y complementar la misión principal. La señal de LEV-1, al igual que la de la SLIM, fue detectada por la Red del Espacio Profundo de la NASA.

Durante el descenso, la SLIM enfrentó el desafío de orientarse correctamente para aprovechar la luz solar. A solo tres metros del suelo, debía girar 90 grados para asegurar un aterrizaje suave sobre sus patas laterales. Aunque la nave logró alunizar sin problemas, su posición desfavorable afectó las baterías con energía solar. Al final, todo se solucionó.

Un esfuerzo pionero

La nave espacial SLIM, más que una simple exploradora lunar, es pionera en tecnología de navegación autónoma. Está entrenada con imágenes detalladas de la Luna y tiene la tarea de reconocer puntos específicos en su superficie. Probó ser capaz de evitar obstáculos como rocas y terrenos peligrosamente inclinados.

La capacidad de la SLIM para aterrizar con una precisión de 100 metros podría allanar el camino para futuras misiones lunares, permitiendo explorar áreas más accidentadas y acceder a depósitos de agua. Sin embargo, JAXA aún no ha confirmado los grados de precisión alcanzados por la nave.

Un logro extraordinario

A pesar de más de medio siglo de aterrizajes en la Luna, la exploración lunar sigue siendo una tarea desafiante. La tasa de éxito ronda apenas el 50%.

Japón aún no puede competir con países como Estados Unidos, China o India en términos de recursos dedicados a la exploración lunar. Sin embargo, busca desempeñar un papel relevante desarrollando tecnologías innovadoras que puedan ser utilizadas por otros países en sus proyectos espaciales.

En un futuro próximo se prevé una estrecha colaboración con India y la NASA. Japón espera contribuir significativamente al avance de las misiones espaciales y consolidar su posición como socio en la exploración lunar y más allá.

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