Cataluña
Independentismo en Cataluña

Torra sopesa dejarse detener para abandonar la Generalitat como un mártir político

Quim Torra analiza con su equipo jurídico las consecuencias penales que tendría en caso de dejarse detener desobedeciendo

Los Mossos preparan un plan para detener a Torra si se atrinchera en el Palau una vez inhabilitado

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sopesa dejarse detener en su despacho por un delito de desobediencia y otro de usurpación de funciones públicas y lograr así la foto de un president esposado. Es uno de los escenarios de respuesta a la más que probable inhabilitación – fuentes judiciales la sitúan el lunes 28 de septiembre- que Torra estudia con su equipo más cercano, el de Carles Puigdemont y Junts per Catalunya. En los últimos días intentó lograr un acuerdo más amplio con ERC y la CUP que no ha sido posible.

El político separatista, que aceptó el cargo de jefe del Ejecutivo regional prometiendo construir la república catalana con la celebración de un nuevo referéndum, abandonará lo abandonará forzado por su desobediencia y una sentencia en contra que le imposibilitará ocupar cargo público durante un año y medio. Para él, que nunca tuvo aspiraciones políticas, es el final de su carrera. Consciente de ello, y del papel que puede jugar en la historia, Torra plantea un choque total con el Estado para salir del cargo con «la máxima dignidad».

El de la detención es uno de los escenarios que analiza el president y su equipo jurídico. Para ser detenido debería resistirse a abandonar el despacho del Palau de la Generalitat, una vez le sea notificada la inhabilitación, y firmar algún documento sin potestad para hacerlo. Eso provocaría que estuviese incurriendo en dos delitos:  desobediencia y usurpación de función pública. Ambos tipos penales podrían acarrear un máximo de tres años de prisión, aunque no es lo normal.

Así pues, llevando el envite hasta el extremo, Torra conseguiría una foto que no han tenido ni Artur Mas ni Carles Puigdemont, que se fugó para no declarar ante la Audiencia Nacional. Aunque, tal como avanzó este periódico, el president sería evacuado del Palau vía aérea, sin pisar la calle, su equipo se encargaría de difundir la foto de su detención para cambiar el recuerdo que se tenga de él y de su paso por la presidencia catalana en el futuro.

Sin acuerdo con el resto de formaciones separatistas, ya que ERC pide elecciones anticipadas y la CUP una desobediencia simbólica, el radical Quim Torra tiene manos libres para decidir la respuesta a su inhabilitación. Antes tiene que consultarla a Puigdemont, pero tras ceder ante él con aplazar la convocatoria electoral, el líder de Junts per Catalunya avalaría prácticamente cualquier decisión de Torra. Más aún si puede sumar apoyos electorales a su candidatura en los próximos comicios.