¿Por qué algunas mujeres pierden el apetito durante el primer trimestre de embarazo?
Las náuseas, algunos antojos o el miedo a engordar demasiado son algunas de las causas por las que algunas mujeres pierden el apetito durante el primer trimestre del embarazo.
El embarazo es el momento en el que estás cuidando a otro ser humano dentro de ti, por lo que es normal que aumenten la ingesta de calorías así como las necesidades nutricionales. A esto se le pueden sumar los famosos antojos, pero para algunas mujeres, el apetito o el hambre desaparece durante el primer trimestre del embarazo, haciendo además, que experimenten episodios de náuseas intensas pero ¿por qué ocurre esto?.
¿Por qué algunas mujeres pierden el apetito durante el primer trimestre de embarazo?
Lo habitual a medida que se desarrolla el embarazo, es que la mujer vaya aumentando su ingesta de calorías. De hecho en la mayoría de casos, la mujer siente un hambre voraz a todas horas, de modo que se hace obligado controlar un poco lo que come para no aumentar de peso en exceso (algo que no es para nada recomendable). En otros casos sin embargo, se da la situación contraria y la mujer pierde, de alguna manera, las ganas de comer.
Pero ¿cuál es la causa detrás de este desinterés por la comida que además, suele darse durante el primer trimestre del embarazo? Los cambios hormonales parecen ser la respuesta si bien, una alta fluctuación en hormonas como la leptina y la principal hormona del embarazo, la gonadotropina coriónica humana (hCG) puede causar una caída importante en los niveles de hambre e inducir calambres y náuseas, que comúnmente se experimentan en los primeros meses del embarazo.
Por otro lado, algunos síntomas típicos del primer trimestre, como las náuseas matutinas, también pueden hacer que una mujer sea reacia a la comida. Para algunas, las náuseas matutinas y los vómitos pueden ser tan temidos que pueden alterar drásticamente la ingesta total de alimentos, los antojos durante el día y hacer que se salten la nutrición por completo. Las mujeres que tienen un caso crónico de náuseas son más propensas a experimentar esto. Un estudio de 2017 encontró que el 70% de las mujeres que sufren náuseas severas se quejan de una disminución en la ingesta de alimentos durante el embarazo.
Otra causa la encontramos en las mujeres que sufren de antojos extremos de alimentos si bien pueden experimentar pérdida de apetito de otros alimentos comunes, lo que, de nuevo, puede hacer que eviten ciertos alimentos por completo. Por ejemplo, antojos como el picante también pueden hacer que las mujeres eviten comer alimentos «adecuados», o no sentir hambre por una alimentación que sea sana y equilibrada.
Aparte de los motivos argumentados, ciertos problemas psicológicos, como la depresión preparto, la ansiedad y los cambios de humor experimentados durante el embarazo, también pueden afectar la tolerancia y la ingesta de alimentos. La depresión, por ejemplo, tanto antes del parto como después del parto puede influir en gran medida en la ingesta de alimentos, hacer que se coman alimentos menos nutritivos y tener registros dietéticos deficientes.
Y si una mujer embarazada toma medicamentos o tiene problemas de salud comprometidos, puede afectar los hábitos alimenticios. Ciertos medicamentos pueden disminuir el apetito e inducir náuseas, vómitos y mareos. Por lo tanto, a las mujeres embarazadas siempre se les recomienda actuar con cuidado con cualquier medicamento que estén tomando, ya que podría afectar la salud fetal.
Por último, la fobia a ganar «demasiado peso» también puede hacer que las mujeres coman menos alimentos de los necesarios. Los hábitos alimentarios desordenados, que podrían prevalecer antes del embarazo, también pueden afectar los hábitos alimentarios durante el embarazo. Cualquiera de estos problemas, incluidos los resultantes de afecciones de salud mental, deben tratarse de inmediato.
¿Cuándo se vuelve preocupante?
Aunque la pérdida ocasional del apetito es un problema común que generalmente puede revertirse por sí solo, puede resultar perturbador cuando comienza a afectar el crecimiento y el bienestar del bebé o de la futura madre.
Si estás aumentando el peso necesario de acuerdo con su edad y mes de embarazo y estás comiendo suficientes calorías, no será un problema. Pero los incidentes crónicos necesitan atención. Los casos extremos de pérdida de apetito pueden resultar en una disminución de las necesidades nutricionales y causar deficiencias de nutrientes vitales necesarios para mantener un embarazo. Por ejemplo, evitar alimentos saludables o alimentos ricos en nutrientes puede hacer que una mujer tenga deficiencia de vitaminas y minerales esenciales como ácido fólico, hierro, vitamina B12, vitamina D, vitamina C, fósforo, magnesio.
Consejos para comer bien durante el embarazo
Dado que estás cuidando a dos personas, es importante que cuides tus hábitos nutricionales con estos consejos:
- Si notas que tu apetito está disminuyendo y sientes aversión a la idea de comer comidas completas y frecuentes, intenta comer porciones pequeñas durante el día, que no se sientan pesadas en el cuerpo.
- Otro consejo es evitar comer alimentos que, en primer lugar, provoquen náuseas. Los alimentos grasos, fritos o los que no atraen tus sentidos deben reducirse al mínimo.
- Asegúrese de hidratarte con muchos líquidos y fluidos durante el día.
- Las frutas, verduras, nueces y semillas deben consumirse con frecuencia.
- Si te sientes menos hambrienta que antes, intenta llenarte de alimentos ricos en proteínas y vitaminas en las comidas que consumes. Esto ayudaría a llenarte de nutrición vital a pesar de que no tengas hambre. Los bocados dulces, los alimentos con almidón y las sopas también pueden ayudar. Tener ciertas especias como el jengibre y la pimienta de cayena también puede ayudar.
Finalmente señalar que si experimentas una pérdida repentina del apetito o dejas de comer más de dos o tres veces al día, consulta a un médico lo antes posible.
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