Javier de Haro, psicólogo, sobre las actividades extraescolares de tus hijos: «Aburrirse en casa es muy sano»
Javier de Haro enumera las 8 preguntas que debemos hacernos antes de elegir las extraescolares de los niños
Las actividades extraescolares que marcan tendencia este año
Ni matemáticas ni inglés: la actividad extraescolar que agudiza la mente de los niños y se ignora en España
El mes de septiembre es el mes de la vuelta al cole, pero es también ahora cuando se produce un debate que se repite año tras año en muchos hogares: ¿qué actividades extraescolares son las más adecuadas para los niños? La oferta es inmensa, deportes, idiomas, música, robótica, arte, y la presión a veces es grande, porque da la sensación de que hay que elegir lo mejor para no quedarse atrás. En medio de esta duda, recurrimos a Javier de Haro, psicólogo conocido en Instagram como @psicologo_teayudoaeducar, que nos da las claves para elegir la mejore extraescolar para nuestros hijos.
Según ha publicado en un vídeo en su cuenta de Instagram, no sólo se trata de llenar horas, sino de encontrar lo que realmente aporta y hace feliz al niño. Además, recuerda que las extraescolares son útiles, pero no imprescindibles en todos los casos. Y lanza un aviso que rompe con la idea de que la agenda infantil siempre tiene que estar ocupada: «Las actividades extraescolares ayudan mucho, pero siempre que quede tiempo para jugar, para estar contigo, para ir al parque o para aburrirse en casa». Esa frase, aparentemente simple, encierra una clave importante. Y es que como otros muchos expertos, este psicólogo pone en valor al aburrimiento ya que no es un enemigo, sino un espacio en el que los niños también desarrollan creatividad, imaginación y autonomía.
Cómo elegir las actividades extraescolares de tus hijos
Para ayudar a las familias a tomar decisiones sin estrés, Javier de Haro plantea ocho preguntas que conviene hacerse antes de inscribir a los hijos en las actividades extraescolares. No son preguntas cerradas, sino orientaciones que ponen el foco en lo esencial: escuchar al niño, adaptarse a las circunstancias de cada familia y priorizar el bienestar por encima de la productividad.
¿Es obligatorio apuntarles?
La primera pregunta es directa: «¿Lo tengo que apuntar?». Y la respuesta es igual de clara: depende. «Nunca tienen que ser una fuente de estrés para nadie», advierte el psicólogo. Si la familia puede organizarse y al niño le apetece, adelante. Si no, tampoco pasa nada. No hay que sentir culpa ni caer en la comparación con lo que hacen otros compañeros de clase.