Consejos para mejorar las defensas de tus hijos

La salud de los más pequeños es algo que debe preocupar a todos los padres. Y es que deben hacer todo lo que está en sus manos para lograr que puedan crecer sanos y fuertes. Esto es algo que pueden alcanzar siguiendo las recomendaciones que vamos a dar a conocer a continuación. En concreto, expondremos consejos para mejorar las defensas de tus hijos.

¿Te animas a descubrirlas? Sigue leyendo:

Leche materna

Cuando tus hijos son bebés debes saber que la mejor manera que tienes de conseguir fortalecer sus defensas es alimentándoles con leche materna. Y es que esta incluso está considerada la primera vacuna que reciben.

Es un alimento que les aporta todos los nutrientes que necesitan para crecer sanos y fuertes. Tanto es así que se considera que el mismo les ayuda a reducir los riesgos de sufrir desde asma hasta alergias pasando por distintas enfermedades del sistema digestivo, catarros u otitis, entre otras situaciones.

Vacunación

De la misma manera, las autoridades sanitarias dejan muy claro que administrar las vacunas establecidas en el pertinente calendario anual es fundamental para mejorar y proteger el sistema inmunológico del menor. Se considera que gracias a esas se consigue evitar que puedan tener que hacerle frente a patologías de distinta gravedad.

Alimentación sana, completa y equilibrada

Una vez que tus hijos se adentren en la llamada alimentación complementaria, es el momento de que, de forma progresiva, consigas que lleven adelante una dieta sana, completa y equilibrada. En concreto, para conseguir que esta sea así debes seguir unas normas básicas como las siguientes:

• • Respeta en todo momento las indicaciones del pediatra con respecto a los productos que deben ir incluyendo paulatinamente en su alimentación según su edad.
  • Evita que se excedan con alimentos con mucha grasa o azúcar.
  • Es fundamental que las frutas y las verduras se encuentren muy presentes en su alimentación. Eso sí, es imprescindible que todas y cada una de esas se laven a conciencia en pro de evitar que puedan verse perjudicados por productos que se les hayan echado durante sus cultivos. Si son importantes estos tipos de alimentos es porque, entre otras cosas, les van a aportar muchas vitaminas.
  • A la hora de prepararles el almuerzo o la cena a tus hijos, opta por los métodos de cocinado más saludables. Así, deja de lado los fritos y opta por los preparados al vapor, a la plancha o al horno.
  • En todo momento, haz uso de productos frescos y de temporada.

Hábitos de higiene

En esta lista de recomendaciones sobre acciones que puedes llevar a cabo en pro de mejorar las defensas de tus hijos también cobran mucho protagonismo los hábitos de higiene. Con esto nos referimos a que, desde temprana edad, deben aprender una serie de rutinas de limpieza que van a ser fundamentales para que gocen de buena salud.

Así, están normas tales como lavarse las manos antes de cada comida, ducharse a diario, evitar que se metan en la boca objetos que han encontrado por el suelo…

Otros consejos para mejorar las defensas

Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto otra serie de recomendaciones en pro de conseguir que las defensas de tus hijos mejoren notablemente. Nos estamos refiriendo a consejos tales como estos:

• Evita que estén en contacto con humo de tabaco o de productos similares.
• Consigue que duerman lo suficiente cada día. Y es que si no lo hacen se considera, según distintos estudios científicos llevados a cabo, que la hormona del estrés puede traer consigo que su crecimiento se ralentice. En concreto, deben descansar lo que se establece como necesario para cada edad.
• Fundamental es hacer que tus hijos vistan acorde a la temperatura que hace para que no puedan pasar ni frío ni calor pues eso dañaría sus defensas.
• Incluso en invierno logra que puedan disfrutar del sol, por supuesto, con la protección adecuada y sin cometer excesos. Y es que tomarlo aporta al organismo vitaminas y fortalece el sistema inmunológico.
• De la misma manera, es importante que comiencen a realizar ejercicio en cuanto sea posible. El sedentarismo provoca, entre otras cosas, obesidad que es absolutamente perjudicial para la salud.
• Evita que estén en contacto con personas que sufren alguna enfermedad o infección de tipo vírico pues eso podría perjudicarles.