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inseguridad ciudadana

La nueva edil de Podemos Palma se estrena con una verbena hasta la madrugada con peleas y botellazos

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La nueva edil de Podemos Palma, Claudia Costa, se estrena como concejala del área de Participación del Ayuntamiento de la capital balear, con una verbena en la plaza de París que arrancó a media tarde y que se prolongó hasta las dos y pico de la madrugada, con música a todo trapo, comportamiento incívico de parte de los asistentes y desfase generalizado, para desesperación de los residentes de la zona y que obligó a la intervención de la Policía Local que tuvo que solicitar refuerzos.

Una fiesta apoyada y avalada por la concejala que tomó posesión del cargo el pasado martes, que estuvo presente en la misma y que no intervino, pese a las protestas vecinales provocadas por esta celebración.

Y es que mientras a terrazas de bares y restaurantes de la capital balear se les prohíbe tener abierto más allá de la medianoche, la fiesta publicitada como ‘Sus party’ con actuaciones de dos DJ’s incluidas, se prolongó hasta las dos y media de la madrugada, y lo hizo por la presencia de los agentes de la Policía Local que fueron alertados por los vecinos de la zona, hartos de aguantar lo que estaba sucediendo bajo el balcón de casa.

Cartel promocional de la fiesta que se celebró anoche en la plaza París de Palma

Con cervezas a dos euros y combinados a cinco, la cosa empezó a caldearse  de lo lindo, y tras el inicio de una pelea pasadas las dos de la mañana y el lanzamiento puntual de botellas de cristal y otros objetos que obligó a los agentes a solicitar refuerzos, la policía logró mediar entre los congregados que, posteriormente, se dispersaron quedando un grupo residual de asistentes.

Los vecinos se quejaron amargamente ante los agentes porque, además, los portales de las fincas contiguas a la plaza estaban llenos de orines ante la gran multitud que se congregó en la zona y por el hecho de que sólo se había habilitado un baño o WC portátil, algo totalmente insuficiente ante la aglomeración de público.

Llama la atención que la fiesta apoyada por el Ayuntamiento de Palma y que era el acto inaugural de las fiestas del céntrico barrio de Canamunt, tuviera lugar en el otro extremo de la ciudad, en el barrio de S’Escorxador y no en la zona centro como habría sido lógico.

También es significativo el hecho de que el Consistorio no hubiera optado por realizarla en la plaza de Sa Feixina, donde normalmente tienen lugar este tipo de eventos para desesperación también de los residentes del barrio de Santa Catalina que presionaron al gobierno municipal y lograron finalmente en junio pasado la anulación de la fiesta del Orgullo.