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TOTS SANTS

Un día para el recuerdo y con muchas tradiciones ancestrales en Baleares que desaparecen

La celebración de Tots Sants recupera todo su esplendor después de las restricciones del año pasado por la pandemia

El origen de la fiesta se remonta a la celebración celta del Samhain, era el año nuevo

Es una jornada de homenajes y nostalgia y también de panellets, buñuelos y de los rosarios 'ensucrats' que reciben los niños de sus padrinos y madrinas

Dispositivo especial para Tots Sants, con el cementerio de Palma abierto de 8.00 a 21.00 horas

¿Dónde hay puente el 1 de noviembre por el Día de Todos los Santos?

La fiesta de Tots Sants recupera este lunes su esplendor después de las restricciones  vividas el año pasado con motivo de la pandemia. Los ciudadano no olvidan estos días a sus difuntos y vuelven a acudir a los cementerios. Se celebra Tots Sants con todas sus tradiciones actuales y otras muchas que han desaparecido al tiempo que Halloween parece que este año ha perdido terreno.

El año pasado la entrada al cementerio entre el 30 de octubre y el 1 de noviembre sólo era posible con cita previa para así evitar aglomeraciones debido a la situación sanitaria.  Los códigos QR del año anterior, los controles en las puertas de entrada, la desinfección de pasillos, bancos y pomos y el aforo limitado ya no existen. Aún así, el Ayuntamiento de Palma ha recomendado evitar las aglomeraciones y mantener la distancia de seguridad. 

Para la ancestral cultura tradicional mallorquina previa a todos los efectos del cambio climático, el invierno se iniciaba con la llegada del frío, unos 40 días después del equinocio de otoño: el 1 de noviembre. Tots Sants era el día en que se estrenaba la ropa de invierno cuando todavía existían los otoños tradicionales.  Hoy los cementerios se visitarán sin chaqueta aunque con paraguas, al menos en Palma. 

En cualquier caso, Tots Sants sigue siendo un día consagrado al recuerdo de los difuntos. Antes, por estas fechas se cerraba el año agrícola, bajaban las temperaturas y se iniciaba la época de siembra y el de las ferias agrarias para preparar la próxima temporada. 

El origen de la fiesta de Tots Sants se remonta a la celebración celta del Samhain, era el año nuevo. Los días del Samhain eran oscuros y se estrechaba la relación entre vivos y muertos. Era el día en que las ánimas regresaban a la tierra y eran recibidas con profecías, hogueras, sacrificios, fresas y aquelarres.

A principios del siglo VII el papa Bonifacio IV cristianizó la celebración y designó el 1 de noviembre como el día de Todos los Santos (All Hallows), y la noche de Samhain pasó a llamarse la noche de Todos los Santos o All- Hallows Eve (más tarde Halloween).

Día de recuerdos, homenajes y nostalgia y día de panellets, buñuelos y de rosarios ensucrats, los que recibían los niños de sus padrinos y madrinas. En Menorca día también de panellets de mort, un pequeño panecillo dulce en forma de cadáver, y Bunyols de Tots Sants. En Mallorca los panellets de mort también fueron típicos pero hoy en día han desaparecido. Cuenta la tradición que los rosarios y los panellts de mort o de la mort se depositaban en las tumbas y en las iglesias junto con una luminaria encendida. Más tarde estos dulces se ofrecían como limosna. Antiguamente cada pieza del rosario era un panellet de mort

Eran fechas de cambio en el campo. Todo estaba recogido y llegaba el momento de volver a sembrar. Ha acabado la recolección y la tierra dormida invita a reflexionar sobre la temporalidad de la vida y la relación de cada uno con sus antepasados.

Y siguiendo con la tradición, en la madrugada de Tots Sants las ánimas de los difuntos abandonaban el cementerio para regresar a la casa que habitaron en vida para recoger recuerdos y oraciones. Una luz quedaba encendida toda la noche para dar la bienvenida a las ánimas. En muchas casas era habitual retirar los objetos de los rincones para permitir que los pudieran ocupar las almas y al anochecer se advertía a los niños de que no se comieran todas las castañas y que debían dejar algunas para las ánimas si no querían que por la noche les fueran a estirar los pies mientras dormían. También se cuenta que si los niños dejaban alguna castaña a los pies de la cama al día siguiente encontraban un panellet.

También era tradición en estas fechas disfrazarse de fantasma con una sábana y un farolillo encendido en la cabeza y salir por las calles para asustar a los pasantes. La costumbre también se había practicado en Mallorca donde el fantasma era calificada de bubota.

En las nuevas y antiguas modas los niños siempre han tenido su protagonismo en la noche de Tots Sants. Ahora es Halloween y antes fue el Joc de les Animetes, que consistía en ir buscando por toda la casa los panellets y castañas que los difuntos habían escondido durante la noche.

Lo que en ningún caso ha perdido protagonismo es la visita a los cementerios por mucho que los tiempos hayan cambiado.