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Aguirre se queda sin su mano derecha

Toni Amor, sancionado con dos partidos por su expulsión ante el Elche

No estará ni ante la Real Sociedad ni ante el Betis

Muriqi, con cinco tarjetas amarillas, tampoco podrá jugar el domingo

El Elche gana en Son Moix y la tarde acaba en escándalo

Javier Aguirre se ha quedado sin su mano derecha. Toni Amor, su segundo entrenador y persona de confianza, ha sido sancionado con dos partidos por el Comité de Competición por su expulsión del pasado fin de semana ante el Elche. Según el acta arbitral redactada por Munuera Montero vio la tarjeta roja por reaccionar el gol anulado a Muriqi en el minuto 96 con gritos de «esto es una vergüenza». Toni Amor se perderá los encuentros ante la Real Sociedad y el Betis.

La baja es mucho más importante de lo que puede parecer a simple vista. Toni Amor excede, con mucho, las atribuciones de un segundo entrenador. De hecho, en las sesiones preparatorias él es quien dirige a los jugadores mientras Aguirre se queda vigilando el entrenamiento, pero al margen. Además, es el verdadero arquitecto tanto del sistema defensivo como de la estrategia del equipo.

Aguirre deberá estar solo en el banquillo ante la Real Sociedad y el Betis -dos verdaderos huesos-, aunque es lógico suponer que estará en contacto vía telefónica con Toni Amor para las modificaciones que deba efectuar durante ambos encuentros. Recordemos que esta baja se une a la de Muriqi, que por cinco tarjetas tampoco podrá jugar el domingo ante la Real Sociedad, en un partido muy importante para el Mallorca para no seguir cediendo puntos con respecto a la zona de descenso.

Quedan 14 jornadas para acabar el Campeonato, con siete partidos en Son Moix y siete fuera. Sobre el papel ganando tres podría ser suficiente y quedan aún rivales de la parte por visitar Palma, como Cádiz, Getafe o Valencia. Simplemente con sumar nueve puntos en estos tres encuentros podría alcanzar, y eso siempre dando por hecho que se pierde todo lo que queda por jugar fuera de casa, que es mucho suponer. Los números demuestran que la salvación está bien encaminada, aunque no hay que confiarse, comenzando por el partido del domingo ante la Real Sociedad.