Condenado por dejar embarazada a una niña de 13 años que sigue siendo su pareja desde prisión

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado íntegramente la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia de Jaén que condenaba a cuatro años de prisión a un hombre de 36 años por mantener una relación de pareja con una niña de 13 a la que dejó embarazada.

La menor le dijo que tenía 17 años y el acusado no se enteró de su verdadera edad hasta que la acompañó un día al hospital y fue ingresada en pediatría. Cuando se dictó la sentencia, en noviembre de 2022, el hombre se encontraba en prisión por otros delitos, pero mantenía la relación con la joven, de 19 años en la actualidad. «Para mí ya era muy difícil prescindir de ella», declaró en el juicio, alegando además que la chica era «muy madura» para su edad. Ella dijo seguir «enamorada» de él y manifestó que no fue el primer hombre con el que mantenía relaciones.

Ahora, el TSJA rechaza en su sentencia el recurso de apelación interpuesto por la defensa del acusado, que alegaba que «ni la supuesta víctima ni su familia consideran que aquélla haya sido objeto de hecho delictivo alguno» y que la joven «muestra un grado de madurez superior al propio de su edad», extremos que rechaza el alto tribunal andaluz a la hora de confirmar la sentencia de la Audiencia.

El TSJA incide en su resolución que el acusado «no debió haber iniciado la relación y, en todo caso, debió haberle puesto fin cuando tuvo cabal conocimiento de la edad exacta de la menor por manifestación de la misma so pena de incurrir en la responsabilidad marcada».

Además, hace constar a la hora de desestimar el recurso que a pesar de la condena impuesta y ahora confirmada, «el acusado resulta beneficiado en tanto la causa se ha sustanciado sin plantearse posible continuidad delictiva pese a la conducta permanente y mantenida que se enjuicia».

Hace ahora un año, la Audiencia de Jaén lo condenó como autor de un delito de agresión sexual a menor de 16 años, aplicándosele la reforma operada en el Código Penal por la ley del sólo sí es sí. El límite de la pena se sitúa ahora en seis años, frente a los ocho años de antes de entrar en vigor la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero.

La sentencia establecía la rebaja de la pena en un grado y la dejó en cuatro años por no tener certeza de que el acusado conociera la ilicitud penal de su conducta, «duda que ha de resolverse a favor de reo», tal y como hace constar el tribunal.

«Era muy madura»

Los hechos sentenciados y ahora confirmados por el TSJA se remontan a principios de 2018, cuando el varón tenía 31 años y comenzó una relación con la menor que, según la declaración del acusado, le dijo que tenía 17 años, edad que él no puso en duda cuando unos amigos se la presentaron.

La verdadera edad de la menor, según indicó el encartado en el juicio celebrado el pasado 10 de noviembre, la descubriría meses después, cuando la chica sufrió una crisis epiléptica y fue tratada en el área de pediatría del hospital. «Ya era tarde, para mí ya era muy difícil prescindir de ella», señaló en el juicio.

La chica y el acusado llegaron a vivir con la familia de la menor, que permitían una relación en la que ella se quedó embarazada con 14 años recién cumplidos. Tuvieron una hija que les fue retirada por los Servicios Sociales y que ya ha sido entregada en adopción.

Cuando en 2019 el acusado entró en prisión, dejaron por unos meses la relación, pero la retomaron nuevamente desde la cárcel. A día de hoy, tanto él como ella aseguran que siguen juntos y «enamorados», y por eso el tribunal rechaza la indemnización de 3.000 euros solicitada por el Ministerio Fiscal.

El procesado dijo que la menor no aparentaba 13 años y que era «muy madura» para su edad. También negó haberla obligado a mantener relaciones sexuales con él: «Todo fue consentido. Yo la quería y no paré a preguntarme nada», relató en su momento el acusado para justificar el haber seguido adelante con la relación pese a conocer que su pareja era una niña de 13 años cuando comenzó a salir con ella.

La joven declaró en el juicio por videoconferencia y aseguró que el acusado no fue el primer hombre con el que mantuvo relaciones sexuales. «A mí me apetecía, lo quería y a día de hoy lo sigo queriendo. Me lo ha dado todo, con nosotros se portaba muy bien. Estaba enamorada de él y sigo enamorada», afirmó ante el tribunal.

También compareció en calidad de testigo la madre de la joven, quien aseguró que su hija, a pesar de tener 13 años, «tenía la mentalidad de una persona de 20 años». «Yo no veía bien la relación pero si ellos se gustaban y se querían, qué iba a hacer», dijo en el juicio.

El caso se destapó cuando desde el instituto de la menor se contactó con los Servicios Sociales por considerar que la chica podía estar siendo víctima de una situación de violencia sexual. A partir de entonces tuvo lugar una reacción en cadena, ya que ella se quedó embarazada e incluso tuvo que ingresar en un centro de protección de menores.

La sentencia todavía no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo (TS).