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Éste es uno de los pueblos más bonitos de España: a 45 minutos de La Coruña y pegado a un río con cascadas

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Ponte Maceira puede presumir de ser uno de los pueblos más bonitos no sólo de La Coruña, sino de toda España. Al ser la primera parada emblemática después de abandonar Santiago de Compostela, este enclave se transforma en un refugio histórico y tranquilo para los peregrinos. A pesar de su modesto tamaño, ofrece a sus visitantes una experiencia única que revela la riqueza cultural y natural de Galicia.

Desde el antiguo puente románico hasta las encantadoras calles empedradas, pasando por los tradicionales hórreos y molinos, cada esquina de esta aldea narra relatos de tiempos antiguos. Ya sea para sumergirse en el pasado histórico, estar en contacto con la naturaleza o simplemente desconectar de la rutina, esta pintoresca aldea se presenta como un destino imprescindible.

El encantador pueblo de La Coruña para una escapada

Ponte Maceira, un encantador pueblo de poco más de 60 vecinos, se encuentra en la parroquia de Portor, en el municipio de Negreira, en la provincia de A Coruña. Ubicado a lo largo del río Tambre, uno de los cursos fluviales más destacados de Galicia, este pueblo tiene un encanto histórico único.

En el corazón de Ponte Maceira se alza un majestuoso puente románico, erigido en el siglo XIII sobre el cauce del río Tambre. Este puente, compuesto por cinco grandes arcos y dos más pequeños, conecta los municipios de Ames y Negreira, siendo un testimonio fascinante de la arquitectura medieval gallega. Junto al puente, se encuentra un conjunto monumental que incluye un antiguo molino, una presa, la capilla de San Blas y el Pazo de Baladrón, datado del siglo XIX.

El Pazo de Baladrón, contruido entre 1945 y 1955, que se yergue majestuoso a la orilla del río Tambre. Con sus impresionantes jardines y rodeado de palomares y hórreos, este lugar es un vivo testimonio de la rica historia que caracteriza a la región.

El pueblo es un punto de paso esencial en el Camino Marítimo de Santiago, que une la ciudad de Santiago de Compostela con Fisterra, añadiendo un significado espiritual a su belleza histórica. Además, Ponte Maceira celebra diversas festividades que atraen tanto a lugareños como a visitantes. Desde la «Noche en Vela», donde el puente se ilumina con cientos de velas, hasta las Fiestas de San Cristobal, con desfiles de coches en honor al santo, y la Noite Folk, un festival de música tradicional.

En cuanto a su entorno natural, Ponte Maceira ofrece paisajes impresionantes, como el mirador del Cotro, así como oportunidades para la pesca y el senderismo en sus idílicos parajes.

Leyenda

En las narraciones populares, se cuenta una historia que involucra a discípulos de Santiago, quienes, en su búsqueda del cuerpo del apóstol, se encontraron huyendo del ejército romano en estas tierras. Al cruzar el puente, escucharon un estruendo y vieron cómo éste se desmoronaba detrás de ellos, impidiendo que sus perseguidores los alcanzaran. Interpretaron este evento como una intervención divina que les permitía continuar su búsqueda con menos peligro.

Aunque la veracidad de la leyenda es discutible, lo que sí es cierto es que el puente que cruza este hermoso pueblo gallego no pertenece a la época romana. Se construyó en el siglo XIII, probablemente en el mismo lugar donde alguna vez estuvo el puente romano original. Hoy en día, este puente no solo da nombre al pueblo, sino que también atrae la atención de los viajeros, convirtiéndose en un destino obligado para aquellos que buscan la instantánea perfecta.

Cómo llegar

Para llegar a Ponte Maceira desde Santiago de Compostela, el trayecto en coche es de apenas media hora. También se puede coger un autobús o un tren desde Santiago hasta Negreira, un municipio ubicado a unos 8 kilómetros de Ponte Maceira. Desde Negreira, se puede coger un taxi hasta la aldea.

Los municipios más bonitos de la provincia

Corcubión, una villa marinera declarada Bien de Interés Cultural, cautiva con su puerto pesquero y su casco antiguo bien conservado. La iglesia románica de San Marcos y el Pazo de los Condes de Altamira son solo algunas de las maravillas arquitectónicas que se pueden admirar aquí.

Muros, un pueblo con un peculiar diseño urbano que le ha valido el título de Bien de Interés Cultural y Conjunto Monumental Histórico-Artístico. Sus soportales marinos y edificios monumentales, como el Mercado de Abastos y la Casa Consistorial, lo convierten en un destino fascinante.

Pontedeume combina aires marineros con una rica herencia arquitectónica. Su paseo marítimo, iglesias románicas y el impresionante Palacio-fortaleza de Andrade son algunos de sus atractivos más destacados.

Betanzos, declarado Conjunto Histórico-Artístico, deslumbra a quienes lo visitan con sus tres impresionantes iglesias góticas: las de Santiago, Santa María do Azogue y San Francisco. Además, se pueden admirar típicos pazos gallegos, como los de Bendaña y Taboada, que añaden un toque de historia a su paisaje.