Sucesos
TIROTEO EN BURGOS

El policía nacional abatido en un tiroteo en Burgos estaba investigado por narcotráfico

El policía muerto esta madrugada durante un tiroteo con la Guardia Civil en una gasolinera de Villagonzalo de Pedernales (Burgos), fue detenido hace un mes en una operación antidroga en Ferrol. Aunque Asuntos Internos no encontró droga en su poder ni consiguió consolidar los indicios en su contra, el agente se hallaba actualmente de baja psicológica y había robado el arma de un compañero de la comisaría de La Coruña con la que disparó a los guardias civiles que le dieron el alto.

Se llamaba Oscar, era natural de Ferrol y tenía 46 años. Había ingresado en el cuerpo en el año 2000 y estaba destinado en el departamento de Seguridad de la comisaría de La Coruña. Llevaba casi un año de baja psicológica en el Cuerpo.

A finales del pasado mes de marzo, Oscar fue detenido junto a cuatro conocidos más que tenían en su poder pequeñas cantidades de droga. La investigación de la unidad de Asuntos Internos, todavía en marcha, no había conseguido reunir pruebas de su vinculación con redes de narcotráfico.

Sin embargo, la baja psicológica había cumplido un año y por este motivo el agente tuvo que comparecer ayer martes en su comisaría para que se le comunicara oficialmente que ese día pasaba a situación de segunda actividad ante la incapacidad para ejercer su tarea como policía. Fue durante esos momentos en los que el agente se coló en el vestuario de la comisaría, forzó la taquilla de un compañero y le robó el arma reglamentaria.

Una vez que recibieron el aviso, la policía y la guardia civil emprendieron la persecución del agente, que fue esquivándolos mientras se dirigía a Burgos. Finalmente, se vio obligado a para en una gasolinera de la localidad burgalesa de Villagonzalo de Pedernales, donde le rodearon y le dieron el alto.

Oscar, según el relato de guardias y testigos, respondió abriendo fuego mientras se parapetaba detrás de su vehículo. Los guardias repelieron la agresión con sus armas reglamentarias abatiendo mortalmente al policía. Fuentes policiales señalan que, desde la  detención del agente, hace tres semanas, su comportamiento no había dado motivos para sospechar de sus intenciones. Se cree que el policía se dirigía a Burgos, cuando se produjo el tiroteo mortal.