Sociedad

El horror en primera persona: fingió estar muerta para no ser asesinada en París

Isobel Bowdery se encontraba en el teatro Bataclan, en París, en el momento del ataque terrorista. La chica de 22 años de edad fue uno de los muchos jóvenes que asistieron al show de Eagles of Death Metal. De repente, los yihadistas del ISIS entraron en el espectáculo para aterrorizar a todos los espectadores.

«Nunca piensas que te va a pasar. Era un viernes por la noche en un concierto de rock. El ambiente era tan feliz y todo el mundo estaba bailando y sonriendo, y luego, cuando los hombres llegaron a través de la entrada principal y comenzaron los disparos, ingenuamente creíamos que todo era parte del espectáculo. No fue sólo un ataque terrorista, fue una masacre», escribió la sudafricana.

«Decenas de personas fueron asesinadas justo enfrente de mí. Charcos de sangre llenaron el piso. Los gritos de hombres adultos que tenían los cuerpos de sus novias muertas traspasaron la pequeña sala de conciertos. Futuros demolidos, familias con el corazón roto, en un instante», contaba en su cuenta de Facebook.

«Conmocionada y sola, fingí estar muerta durante más de una hora, tendida entre las personas que podían ver a sus seres queridos inmóviles. Contenía la respiración, trataba de no moverme, no llorar, no darle a los hombres el miedo que desearon ver. Fui afortunada de poder sobrevivir, pero muchos no lo hicieron», prosiguió.

En una noche dramática donde más de 136 personas fallecieron, Isobel sobrevivió gracias a una acción que la mantuvo con vida al límite: «Las personas habían estado allí por las mismas razones que yo, tener un viernes por la noche divertido, eran inocentes. Este mundo es cruel y actos como éste se supone que debe resaltar la depravación de los seres humanos y las imágenes de esos hombres circulando como buitres van a atormentarme por el resto de mi vida. La forma en que meticulosamente dirigían sus disparos a la zona donde la gente estaba de pie sin ninguna consideración por la vida humana, no se sentía real. Esperaba alguien que me diga que fue sólo una pesadilla».

Una superviviente que tendrá ese fatal recuerdo toda la vida: «Pero ser sobreviviente de este horror me permite ser capaz de arrojar luz sobre los héroes. Para el hombre que me tranquilizó y puso su vida en riesgo para tratar de cubrir mi cerebro mientras yo gemía, a la pareja cuyas última palabras de amor me mantuvieron creyendo el bien en el mundo, a la Policía que realizó el rescate de cientos de personas, a los desconocidos que me recogieron en la carretera y me consolaron durante los 45 minutos porque realmente creía que el chico que amaba estaba muerto, al hombre herido que yo había confundido con él y luego de reconocer que él no era Amaury me agarró y me dijo que todo iba a estar bien a pesar de estar sólo y asustado, a la mujer que abrió sus puertas a los sobrevivientes, a la amiga que me ofreció refugio y se fue a comprar ropa nueva, así no tenía que llevar esta ropa con sangre manchada. A todos ustedes que han enviado mensajes de apoyo, ustedes me hacen creer que este mundo tiene el potencial para ser mejor. Nunca hay que dejar que esto suceda de nuevo».

«La mayor parte de las víctimas son las 80 personas que fueron asesinadas en el interior de Bataclan, que no fueron tan afortunados, y que hicieron que yo pueda levantarme hoy. Por todo el dolor que sus amigos y familias están pasando, lo siento», concluyó. Una historia increíble que arroja algo de luz en medio de la tempestad.