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¿Podemos proteger el corazón del calor?

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Los seres humanos necesitan mantener su temperatura corporal interna dentro de un rango muy estrecho de unos pocos grados por encima o por debajo de 36,8 °C. de calor. El cuerpo pierde su equilibrio térmico porque no puede disipar el calor a un ritmo suficientemente rápido. Por ello, la pregunta es esencial en esta época veraniega: ¿podemos proteger el corazón del calor en verano?

Cuando el cuerpo comienza a sobrecalentarse, los vasos sanguíneos se agrandan y el latido del corazón es más fuerte y más rápido. Más sangre fluye a las capas externas de la piel desde el núcleo interior, de modo que el calor puede ser liberado al medio ambiente más fresco. Si este proceso no ayuda a enfriar el cuerpo lo suficientemente rápido, o el aire exterior es más caluroso que la piel, el cerebro activa la sudoración para enfriar el cuerpo.

Las glándulas de sudor en la piel, sacan agua del torrente sanguíneo haciendo el sudor. El sudor se evapora y libera el calor del cuerpo. Durante una hora de trabajo pesado en tiempo caluroso, el cuerpo puede sudar fácilmente un litro de agua.

Por eso, las altas temperaturas del verano pueden pasar factura a tu salud cardiovascular si no se toman ciertas precauciones. Especialmente en los pacientes cardiópatas, para quienes el calor entraña más riesgos.

La razón es que cualquier situación donde el organismo pierda más líquidos de lo habitual, como ocurre con las altas temperaturas debido al sudor, hace que disminuya el volumen de líquidos del torrente circulatorio, a lo que se suma que el calor produce una vasodilatación de todo el sistema arterial, lo que conduce a una circulación más lenta.

De hecho, las principales causas de mortalidad durante las olas de calor están relacionadas con las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, además de respiratorias. El calor produce deshidratación, y esta a su vez hemoconcentración, lo que favorece los accidentes tromboembólicos, como afirma la Fundación Española del Corazón.

Estos son los consejos de los expertos para evitar que las altas temperaturas afecten a la salud cardiovascular:

Mantenerse hidratado. Salvo que tu médico haya establecido otras pautas, la recomendación de los expertos es beber un mínimo de un litro y medio al día de agua u otros líquidos, aunque lo ideal es superar esa cantidad y consumir entre dos y tres litros diarios.

Comida variada. Los alimentos frescos, cocinados en casa, con poca sal y poca grasa, son los más indicados. En lo posible, también es recomendable evitar los fritos eligiendo las opciones en crudo, cocidas, horneadas o a la brasa. Cuantas más frutas y verduras frescas, mejor.

Hacer ejercicio evitando las horas centrales del día. Caminar durante una hora al día, a buen ritmo, mejora el estado físico y anímico y ayuda a cuidar de la salud cardiovascular. Pero debemos hacerlo evitando las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más elevadas.

Adherencia al tratamiento. Mantener las tomas del tratamiento farmacológico que se siga es clave. Para evitar despistes con los cambios de rutinas que suelen traer consigo las vacaciones se pueden usar alarmas.

Evitar el tabaco, el alcohol y el consumo de bebidas azucaradas. El alcohol no solo es perjudicial para la salud del corazón, sino que también deshidrata. Por eso es importante que, si se consume, sea de forma moderada, al igual que las bebidas azucaradas. Dejar de fumar es otra recomendación importante.

Tomar el sol con protección y evitar las horas centrales. Las exposiciones prolongadas al sol, sobre todo en las horas centrales del día, también pueden pasar factura. El consejo de los expertos es evitarlas, buscando la sombra, y exponerse al sol durante las primeras horas de la mañana, o a media tarde, entre 15 y 20 minutos para sintetizar la vitamina D.

Descansar adecuadamente. Mantener las rutinas de sueño, descansado 7 u 8 horas diarias, ayuda a que el organismo funcione adecuadamente.

Elegir el medio de transporte adecuado para los viajes. Para evitar el síndrome de la clase turista es aconsejable hacer paradas cada 200 kilómetros si se viaja en coche para estirar las piernas. Si el medio de transporte elegido es el tren, el avión o el barco, conviene levantarse de vez en cuando.

Evitar el estrés. Uno de los grandes enemigos de la salud cardiovascular es el estrés. Relajarse e intentar huir de un ritmo de vida frenético ayuda a prevenir la enfermedad cardiovascular.

Compartir con tu familia y tu entorno, tu tiempo. Tu entorno y tu familia pueden ser un gran estímulo para el cumplimiento de los objetivos de salud. Compartir tus experiencias con ellos puede ayudarte a controlar el estrés y la ansiedad y mantener un estilo de vida cardiosaludable.