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Alergia al frío: la ola de bajas temperaturas limita la vida de miles de personas por esta patología crónica

La enfermedad remite a los 5 años en un 50 % de los casos, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC)

En algunos casos graves, puede ser mortal

Las enfermedades alérgicas están entre las 6 patologías más frecuentes del mundo. Se estima que pueden afectar al 20-25 % de la población mundial, resultando más afectados los países desarrollados e industrializados que el resto, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados en el libro de ‘Las Enfermedades Alérgicas’ que edita la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

En este libro, los expertos de la SEAIC atestiguan que las enfermedades alérgicas son procesos muy frecuentes, que afectan preferentemente a niños y personas jóvenes que interfieren de forma significativa en las actividades cotidianas y son muy incómodas para los pacientes. Dependiendo del órgano en el que se produzcan estas reacciones alérgicas se manifiestan unos síntomas u otros. Si suceden en la piel, aparecerán síntomas de urticaria o eccema. Este es el caso de la alergia al frío, comúnmente conocida como urticaria inducida por frío (UF).

La alergia al frío es una enfermedad crónica que pertenece al grupo de las llamadas urticarias inducibles o desencadenadas por estímulos físicos que se manifiesta en forma de lesiones cutáneas en las zonas expuestas a las bajas temperaturas. Estas lesiones pueden ser leves, como pequeños habones en zonas específicas o más graves como habones generalizados por todo el cuerpo o incluso la aparición de angioedema (tumefacción o hichazón). Es una alergia poco común, tiene sólo una incidencia anual del 0,05% y es la segunda urticaria inducible en frecuencia, después de la urticaria inducida por ejercicio físico, tal y como indican desde la SEAIC.

La Organización Mundial de la Alergia (WAO) afirma que las últimas investigaciones llevadas a cabo sobre la urticaria por frío han mejorado la comprensión y el manejo de la enfermedad. Actualmente, se cree que su fisiopatología implica la formación de autoalérgenos y anticuerpos inducidos por el frío, lo que provoca una liberación de mediadores proinflamatorios de los mastocitos de la piel produciendo lo que llamamos comúnmente ronchas. Se sabe que esas ronchas generalmente se desarrollan por el recalentamiento de la piel y desaparecen más o menos transcurrida una hora aunque en algunos casos graves, se puede desencadenar una anafilaxia.

Diagnóstico

Desde la Clínica Mayo explican cómo detectar esta enfermedad que supone una reacción alérgica consiste en la percepción del frío como algo nocivo para nuestro organismo. El contacto con las bajas temperaturas pone en marcha una respuesta inmunológica exagerada que se manifiesta en distintas partes del cuerpo. La urticaria por frío puede diagnosticarse colocando un cubo de hielo sobre la piel durante cinco minutos. Si se padece la alergia por frío, se formará un bulto (roncha) unos minutos después de retirar el cubo de hielo. Desde la Universidad de Navarra aseguran que se la prueba del cubito de hielo, permite conocer el grado de la enfermedad para aplicar el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida del paciente.

También existen otros métodos diagnósticos, como el ‘Temptest’, como constatan en la SEAIC. Se trata de un aparato basado en el efecto ‘Peltier’ (enfriamiento o calentamiento de una unión entre dos conductores distintos al pasar una corriente eléctrica). El Temptest tiene un hilo metálico capaz de producir un gradiente de temperatura entre 4 y 44 ºC, sobre el que el paciente coloca el antebrazo durante 5 minutos. Si el resultado de la prueba es positivo, este instrumento permite conocer el umbral de respuesta del paciente, es decir, la temperatura que provoca picor o habones en su cuerpo, a partir de la cual, el médico podrá establecer el tratamiento adecuado.

En algunos casos, lo que provoca la urticaria por frío es una afección subyacente que afecta al sistema inmunitario, como una infección o el cáncer, tal y como explican en la Clínica Mayo. Hay que acudir al especialista cuando se sufran los síntomas de la urticaria y si existe alguna afección subyacente, es posible que se manden pruebas diagnósticas complementarias.

Tratamiento

En algunas personas, explican desde la SEAIC, la urticaria por frío desaparece por sí sola después de unas horas, pero también puede perdurar semanas o incluso meses. En determinados pacientes este tipo de urticaria persiste únicamente durante unos meses; en un 50 % de los que la padecen, remite a los 5 años y no vuelven a padecerla; y a un pequeño porcentaje les acompaña toda la vida. No existe una cura para la afección, pero el tratamiento y tomar medidas preventivas pueden ser de gran ayuda.

Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) constatan que la alergia al frío es una urticaria crónica inducible ya que el paciente la padece de forma continua y existe la presencia de algún factor inductor específico, en este caso, las bajas temperaturas. Sus expertos indican que la urticaria por frío se puede tratar y curar pero no se puede predecir en qué momento, ni cuánto tiempo, el paciente va a necesitar medicación continua.

El objetivo del tratamiento es que las personas afectadas puedan llevar una vida normal, con un tratamiento seguro y controlado durante el tiempo que haga falta, normalmente entre uno y cinco años. Algunos pacientes pueden presentar varios episodios de urticaria crónica a lo largo de su vida. Es importante evitar los factores desencadenantes cuando existen.

Los expertos de la SEAIC aconsejan tener precaución en las actividades que se llevan a cabo cuando se sufre esta enfermedad. En los casos en que la urticaria por frío es intensa, hay que evitar sumergirse de golpe en agua fría al lanzarse a la piscina o al mar, ya que, al estar toda la superficie corporal en contacto con el frío, se puede producir una reacción generalizada (anafilaxia), o la muerte por ahogo.

El uso de medicamentos antihistamínicos es uno de los mejores tratamientos para la urticaria a frigore porque bloquean la liberación de histamina que es la provoca los síntomas. Pueden usarse para tratar los síntomas leves de la urticaria por frío o para prevenir una reacción. En los casos más graves hay que recurrir a medicaciones más fuertes.

Desde la SEAIC presentan una serie de recomendaciones a seguir cuando se padece urticaria leve por frío: