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Receta de alitas de pollo al ajillo fáciles de preparar

Estas alitas de pollo al ajillo fáciles de preparar son una de esas recetas que podemos usar como tapa casera en una cena informal.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Estas alitas de pollo al ajillo fáciles de preparar son una de esas recetas que podemos usar como tapa casera. En esos días en los que apetece ensuciarse un poco las manos, pero sin ningún remordimiento o culpa, nada mejor que este tipo de recetas. Para conseguir un acabado perfecto, nos pondremos manos a la obra con una materia prima de excepción, las alitas de pollo. La carne blanca es un básico de toda cocina, un buen aliado low cost preparado para crear maravillas como ésta. Atrévete a probar unas increíbles alitas de pollo al ajilo fáciles de preparar, el resultado parece sacado de un restaurante.

Ingredientes:

Cómo preparar unas alitas de pollo al ajillo fáciles de preparar

  1. Estas alitas de pollo son extremadamente fáciles de preparar y quedan de vicio. Se trata de un plato low cost por la sencillez y el valor de sus ingredientes principales.
  2. La carne de pollo es un buen básico que puede hacer las delicias de toda la familia. En forma de alitas fritas o al horno con especias podemos tener uno de esos bocados para comer con las manos espectaculares.
  3. El primer paso para crear esta receta es hacernos con una buena materia prima. Vamos a buscar estos ingredientes en la cocina o tienda más próxima deben ser de buena calidad.
  4. Preparamos una sartén con aceite de oliva y mantequilla, calentamos esta base y cuando esté lista vamos a ponernos manos a la obra con la carne.
  5. Nos ponemos manos a la obra con las alitas de pollo, las salpimentamos al gusto y sellamos en la sartén que tenemos preparada.
  6. Cocinamos a fuego lento hasta que estén doradas, en ese momento, retiramos del fuego. En ese mismo aceite crearemos una de esas salsas que impresionan y acabarán de darle al pollo el sabor que necesitan.
  7. Añadimos los ajos pelados para que aporten el sabor al ajillo que estamos buscando. La cantidad de ajos es relativa.
  8. Cuando los ajos empiecen a estar dorados le ponemos el vino blanco. Este ingrediente le dará el sabor que necesita a un fondo repleto de buenas sensaciones.
  9. En el momento que añadimos el vino, incorporamos también las alitas de nuevo. Bajaremos el fuego y dejaremos que se cocinen estos ingredientes unos minutos.
  10. La salsa que se creará cubrirá las alitas y le acabará de dar un acabado espectacular sin apenas esfuerzo, solo con una buena materia prima.
  11. Estas alitas de pollo al ajillo fáciles de preparar están de vicio con un poco de pan y un vino tinto. Hechas al momento o incluso en frío, el éxito estará asegurado.
  12. Si queremos completar esta maravilla, nada mejor que otro clásico del universo de las tapas, unas buenas patatas bravas que sean capaces de darle todo el sabor que se merecen a otro básico de la cocina.

Salsa de patatas bravas casera

La realidad de una de las tapas más consumidas en el mundo es que es muy fácil de preparar y se cocina en un abrir y cerrar de ojos. La materia prima de este bocado son unas sencillas patatas que están listas casi que al momento. Freír unas patatas y acompañarlas con esta salsa es la excusa perfecta para disfrutar de una cena de tapas con las alitas de pollo al ajillo fáciles de preparar.

Ingredientes:

Elaboración:

  1. Preparamos una sartén con aceite de oliva de buena calidad. Mientras se calienta pelamos y cortamos la cebolla y el ajo.
  2. Incorporamos la cebolla, el ajo a la sartén, añadimos una pizca de sal. Cocinamos a fuego medio-bajo durante 8-10 minutos hasta que las verduras estén tiernas y transparentes.
  3. A continuación, añadimos la harina de trigo a la sartén. Removemos constantemente durante 2 minutos para que se cocine.
  4. Transcurrido el tiempo, agregamos el pimentón picante en polvo. Mezclamos y removemos constantemente durante unos segundos.
  5. Si no queremos unas bravas muy intensas, podemos probar con un poco de pimentón dulce, o bien una mezcla de ambos.
  6. Añadimos la taza de agua poco a poco a la sartén sin dejar de remover. Debemos evitarse la formación de grumos. Cocinamos durante 3 minutos a fuego bajo.
  7. Trituramos todos los ingredientes de la salsa brava en el vaso de la batidora, hasta obtener una salsa homogénea y espesa.
  8. Pelamos y cortamos las patatas al gusto. Freímos con abundante aceite, cuando estén en su punto, retiramos del fuego y ponemos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  9. Salpimentamos al gusto antes de añadir la salsa. Si servimos en caliente la salsa se mezclará perfectamente con las patatas.