La rotunda defensa de la Reina Letizia de las mujeres víctimas de la violencia de género

No es casual ni injustificado el premio que recibió la Reina esta semana del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, el mismo día que se conmemora a nivel mundial la necesidad de eliminar esa lacra que tanta muerte y dolor provoca en todo el mundo. Ella, acompañada por el Rey, su marido, recibió en la sede del Consejo General del Poder Judicial una placa que la reconoce como “Personalidad más Destacada” que reconoce su implicación en esa tarea, tal y como ha demostrado en múltiples ocasiones. Una de ellas fue su firme apoyo a la firma del Pacto de Estado contra la violencia machista, una forma inequívoca de expresar su preocupación por las mujeres maltratadas, especialmente las que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad como las menores, las mayores, las que sufren alguna discapacidad o mujeres del ámbito rural.

En definitiva, lo que ha hecho a doña Letizia acreedora del premio es haber dado visibilidad al problema de la violencia doméstica y de género así como haber contribuido a concienciar a la sociedad de la necesidad de dedicar medios para ayudar a las mujeres que la sufren y erradicarla de forma definitiva. Al recoger el galardón, la Reina quiso también compartirlo con todas las organizaciones de los distintos ámbitos de la Administración, las entidades privadas, asociaciones de todo tipo, personal sanitario, trabajadores de los servicios sociales, personal de la administración de Justicia y todos los miembros de los Cuerpos de Seguridad.

Hubo un momento muy emotivo en el acto: fue cuando la Reina decidió trasladar el premio a “todas las personas que cada día, de un modo callado, esforzado y con recursos limitados, ayudan, aconsejan, curan, animan, atienden, escuchan, asesoran, reconfortan y consuelan  a quienes sufren violencia doméstica y de género”. A todas esas personas anónimas, doña Letizia quiso expresarles “su gratitud y admiración” y no olvidó tampoco tener “un recuerdo permanente y respetuoso para todas las mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas, cincuenta y dos en lo que va de año”.

El acto de reconocimiento a la Reina y a otras tres personas y entidades que luchan por erradicar la violencia de género fue el gesto de reconocimiento a una labor solidaria en un día en el que otros aprovecharon para negar la mayor y despreciar a las víctimas de una lacra que cada día se cobra la vida de muchas mujeres en todo el mundo. Por eso, la presencia de los Reyes en ese acto fue la demostración palpable del apoyo de la institución de la Corona a las víctimas de la violencia contra las mujeres. Una desgracia que hay que combatir con todas las herramientas del Estado de Derecho y, tal y como apuntó la Reina de forma acertada, con la educación.