Opinión
OPINIÓN

¡Claro que Escrivá va a influir en los tipos de interés!

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El nuevo Gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, tendrá poder de decisión sobre el rumbo de los tipos de interés, pese a que muchos han insistido en que el cargo no tiene nada que ver con esto. Sí, la creación del Banco Central Europeo (BCE) provocó que los bancos centrales nacionales perdieran peso en estas cuestiones, pero no eliminó del todo su influencia. De hecho, Escrivá formará parte del Consejo de Gobierno del BCE y tendrá poder de decisión en la política monetaria europea.

Y esto es más importante de lo que parece. Escrivá ha sido colocado por Pedro Sánchez y, hasta ahora, era su ministro. Es decir, no es alocado decir que el Gobierno del PSOE va a tener línea directa con el Banco de España y, por tanto, que va a tener capacidad de monitorear todos sus movimientos, no sólo a nivel nacional, sino también aquellos que afectan a toda la eurozona.

El Consejo de Gobierno del BCE es el principal órgano rector encargado de formular y dirigir la política monetaria de la zona del euro. Este consejo compuesto por los seis miembros del Comité Ejecutivo del BCE y los gobernadores de los bancos centrales nacionales de los países que utilizan el euro como moneda oficial, entre los que se va a encontrar Escrivá.

Las principales responsabilidades que tiene incluyen la adopción de las orientaciones y decisiones necesarias para garantizar el cumplimiento de las funciones asignadas al BCE y al Eurosistema, así como la formulación de la política monetaria, lo que implica tomar decisiones sobre los objetivos monetarios, los tipos de interés oficiales y el suministro de reservas en el Eurosistema. Por tanto, Escrivá sí va a tener responsabilidades asociadas a tomar decisiones con respecto a los tipos de interés.

Escrivá y los tipos de interés

Es sabido que la posición del PSOE con respecto a los tipos de interés es tratar de hacer populismo económico promoviendo las bajadas de las tasas, independientemente de si la inflación está o no controlada. Es decir, los izquierdistas tienden a preferir a los deudores que a los ahorradores.

Unos tipos de interés altos promueven el ahorro. Los ciudadanos dejan de consumir y tratan de invertir su dinero para que les ofrezca una remuneración alta. Sin embargo, esto no es bueno para los que están en el otro lado. Los deudores deben de pagar más, que es lo que ha pasado con aquellos que tienen hipotecas variables.

José Luis Escrivá, ex ministro de Transformación Digital y Función Pública.

El euríbor se ha disparado y los que tomaban como referencia este índice para calcular sus cuotas hipotecarias salieron perdiendo con la política monetaria restrictiva del BCE. Sin embargo, si las cosas se han hecho así es porque no había más remedio. Los tipos altos penalizan el consumo (el dinero vale más invertido que gastado) y, por tanto, sirven de contrapeso a la inflación, que ha sido uno de los grandes problemas económicos de Europa en los últimos años.

Ahora, el fomento de la inversión y la penalización del consumo son buenos remedios temporales para controlar esa inflación. La pregunta es: ¿Ya se ha controlado? Los últimos datos son esperanzadores, con un IPC del 2,2% en la eurozona y en España. No obstante, la subyacente nos indica que aún hay camino por recorrer. Es decir, el descenso de los tipos debe de hacerse siguiendo criterios puramente técnicos y económicos, jamás políticos.

¿El voto de Escrivá será técnico o político? Creo que esta pregunta es más que pertinente. Si el nuevo Gobernador va a estar a las órdenes de Sánchez, lo más probable es que sus intenciones sean presionar para impulsar a la baja los tipos. Una irresponsabilidad.

Si me preguntan a mí, el estadio ideal sería aquel en el cual los políticos no tuvieran capacidad de decidir sobre los tipos de interés, sino que estos estuvieran sometidos a las propias circunstancias del mercado monetario. Los bancos centrales fueron responsables de aquella crisis tan famosa en la que eliminaron el riesgo de conceder créditos, creando dinero de la nada con la reserva fraccionaria y promoviendo los préstamos irresponsables.

Estos préstamos artificialmente baratos y sin tener en cuenta los riesgos provocaron un aumento de la demanda (en este caso, en el sector de la construcción) que creó la falsa perspectiva de que había que invertir en hacer vivienda. La burbuja estalló y todos sabemos lo que pasó después.

Las irresponsabilidades se pagan caras. En este caso, tenemos la suerte de que Escrivá es uno más entre los gobernadores de los bancos centrales de Europa. Con todo, representa a España, por lo que su voz tiene más peso al tratarse de la cuarta economía de la zona euro. Y no es que sea un incompetente, sino que es un político que obedece a políticos y que va a hacer política.