Carmen Calvo, a lo Sara Montiel
La verdad es que ayer Carmen Calvo fue extremadamente generosa con los españoles y nos regaló una interpretación magistral de la obra ‘El Relator’, a la altura de los grandes referentes del teatro de lo absurdo. No recuerdo, ciertamente, que en la historia de la democracia moderna, un miembro tan destacado de un Gobierno –porque Calvo es la segunda del Ejecutivo– haya hecho el ridículo con la intensidad con la que lo hizo ayer la dirigente socialista. La vicepresidenta nos intentó convencer al resto de que Pedro Sánchez, en algún momento de su vida no había sido Pedro Sánchez, pero aquel episodio duró más bien poco en comparación con los 63 interminables minutos que duró la representación de ayer.
A mí, la verdad, es que me recordó mucho a Sara Montiel cuando la prensa reventó su exclusiva de la boda con el cubano Toni Hernández y dijo aquello de: “Pero, ¿qué pasa? Pero, ¿qué invento es este?”. Ayer, Calvo hizo más o menos lo mismo que la cupletista con la figura del relator cuando decía a los atónitos periodistas, a los que ella misma había convocado de urgencia para dar una explicación sobre el asunto, aunque a juicio de la interviniente no merecía ninguna explicación. Lo de ayer fue grandioso.
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