Mi cobaya casera está triste, ¿qué hacer?
Entre los tipos de mascotas que podemos tener en casa, las cobayas son cada vez más extendidas. ¿Qué podemos hacer cuando una cobaya casera está triste?
La cobaya casera ha ganado en los últimos años un espacio importante entre los animales de compañía alternativos a perros y gatos. Originaria de los Andes Suramericanos, esta curiosa mascota destaca por su carácter dócil y alegre, ideal para hacer las veces de primera mascota de niños. Tiene una expectativa de vida que oscila entre los cinco y los ocho años. Fuera de una alimentación balanceada (son herbívoros) que incluya mucha fibra y abundante vitamina C. Lo mismo que un hábitat cómodo y limpio, sus cuidados no son especialmente demandantes.
Sin embargo, siempre hay que estar atentos a situaciones anormales. Estos pequeños roedores son propensos a desarrollar cuadros de tristeza o depresión. Ante el menor indicio, una pronta visita con el veterinario de confianza será obligatoria para determinar la causa del problema y corregir oportunamente.
Señales de felicidad
La elocuencia de la cobaya casera es destacable. Cuando están felices, brincan constantemente de un lado a otro como muestra de alegría y bienestar. También disfrutan enormemente del agua y de la interacción con otros ejemplares. Incluso, si se socializan oportunamente, no tienen inconvenientes en compartir espacios y juegos con cánidos y felinos domésticos.
Este nivel de expresividad y de acción permite advertir rápidamente si algo no marcha bien con la mascota. La tristeza y el desgano pueden responder a ansiedades, miedos o incomodidades, así como a problemas orgánicos y enfermedades. En todos los casos, escenarios complicados que deben ser atendidos.
Causas probables
El estrés, la tristemente célebre enfermedad del siglo XXI, también afecta a la cobaya casera. Su manifestación más común dentro de esta especie son las estereotipias, los movimientos constantes y repetitivos, sin un propósito determinado. Uno de los más comunes en estas mascotas es tomar agua de forma constante y compulsiva.
La pérdida de un compañero de camada, bien sea por muerte o porque fue ‘asignado’ a un nuevo hogar, puede producirles un profundo pesar. Poca o nula interacción y estimulación es otra causa probable. Aunque no necesitan paseos diarios como los perros, sesiones de juegos siempre serán necesarias para mantener arriba los niveles de felicidad.
Cómo ayudar a una cobaya casera a superar la tristeza
Después de la visita al veterinario y cualquier problema orgánico haya sido descartado, toca estimular al roedor. Los juegos y caricias siempre están recomendadas, salvo en casos de ejemplares que no se muestren muy a gusto con este tipo de contactos. La interacción del propietario con la cobaya puede aportar importantes beneficios para la salud de la mascota.
La limpieza del hábitat, así como el menú adecuado, son dos factores que también hay que atender. Este tipo de hábitos alimenticios requieren de raciones precisas. Así como el hambre y la falta de nutrientes representan riesgos, las cobayas son susceptibles a desarrollar sobrepeso con relativa facilidad. La dieta equilibrada y balanceada, lo mismo que sucede con las personas, también es la clave de la salud de nuestras mascotas.
Temas:
- Mascotas
Lo último en Mascotas
-
El rincón de tu casa que tu perro jamás debería pisar, según un experto
-
El truco para cortarle las uñas a tu gato en 5 minutos y sin esfuerzo
-
La idea viral que deberían conocer todos los dueños de perros: muy efectiva en caso de accidente
-
¿Por qué tu perro mueve la cola cuando te ve? El veterinario lo explica
-
Esto es lo que piensa tu perro cuando se queda solo en casa según los veterinarios
Últimas noticias
-
¿Cuál es la historia del elfo travieso de la Navidad?
-
Guardiola revela el momento en el que decidió renovar con el City: «Sentí que no podía irme ahora…»
-
Hugh Grant sorprende en ‘El Hormiguero’ con una impactante confesión sobre sí mismo
-
Cuándo es la final de la UEFA Nations League 2024 y dónde se juega
-
Red Bull se desangra en Las Vegas con Alonso decimocuarto y optimismo con el ritmo de carrera de Sainz