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El aviso de un adiestrador sobre lo que nunca debes hacer con tu perro en verano: todos lo hacemos

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es fundamental saber cómo mantener frescos a los perros. Muchos tutores, preocupados por el bienestar de sus mascotas, recurren a lo que parece una solución rápida y lógica: mojarles el lomo con agua. Sin embargo, lo que no todos saben es que este gesto tan bien intencionado puede no sólo ser ineficaz, sino incluso perjudicial.

La forma en que los perros regulan su temperatura es muy distinta a la nuestra, y mojarles ciertas partes del cuerpo puede interferir con ese proceso natural. Por eso, es fundamental entender cómo funciona su cuerpo y qué estrategias realmente ayudan a mantenerlos frescos sin poner en riesgo su salud.

¡No le mojes el lomo en verano!

Cuando mojamos el lomo del perro, especialmente si tiene una doble capa de pelo como ocurre con razas tipo husky, pastor alemán, pomerania o incluso algunos caniches, lo que hacemos es humedecer el subpelo. Esta capa interna actúa como aislante térmico. Al quedarse mojada, retiene el agua y crea una especie de «efecto invernadero» bajo el sol.

Es decir, el calor no sólo no se disipa, sino que queda atrapado, elevando la temperatura corporal del animal.Además, al estar el agua en contacto directo con la piel bajo varias capas de pelo, se genera una humedad constante que puede convertirse en un problema si no se seca adecuadamente.

Nuestro cuerpo tiene un sistema muy eficiente para regular la temperatura: el sudor. Esa transpiración se evapora y, al hacerlo, disipa el calor acumulado. Pero los perros no sudan como nosotros. Su mecanismo principal de termorregulación es el jadeo. También eliminan algo de calor a través de las almohadillas de las patas y zonas donde la piel está más expuesta, como el vientre.

Entonces, ¿cómo podemos ayudar a los perros a combatir el calor? La clave está en centrarse en las zonas del cuerpo donde el calor se disipa con mayor facilidad: las patas, la barriga y, en menor medida, la cabeza (con cuidado). Estas áreas tienen menos pelo, la piel está más cerca de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, permiten un enfriamiento más eficaz.

Mojar ligeramente las almohadillas, las ingles, el pecho o la parte interna de los muslos puede marcar una gran diferencia. Algunos expertos recomiendan incluso colocar al perro sobre una toalla húmeda en la sombra, o usar mantas refrescantes especialmente diseñadas para ellos.

También es útil dejar que el perro se moje por sí mismo si lo desea. Por ejemplo, en zonas seguras con agua (como una piscina para perros o una fuente con sombra), el animal puede meterse y salir a voluntad, lo que le permite regular mejor su temperatura sin que el agua quede atrapada en su pelaje durante demasiado tiempo.

Alternativas refrescantes más seguras

Existen varias alternativas prácticas y seguras para ayudar a los perros a sobrellevar el calor. Una de las opciones más recomendadas son las alfombrillas refrigerantes, que funcionan sin necesidad de electricidad ni congelación. Estas alfombrillas se activan con el peso del animal y ofrecen una superficie fresca sobre la que pueden tumbarse, ayudando a reducir su temperatura corporal de manera controlada. Son especialmente útiles en interiores, terrazas o jardines durante las horas más calurosas del día.

Otra buena estrategia es el uso de juguetes congelables, que además de entretener a tu perro, le proporcionan un estímulo refrescante. Puedes encontrar mordedores diseñados para ser congelados o incluso preparar en casa cubos de hielo con caldo bajo en sal, trozos de fruta o snacks aptos para ellos. También se puede aplicar agua mediante un pulverizador de neblina fina sobre zonas clave como las patas o el abdomen. Esta técnica no empapa el pelaje en exceso y permite un enfriamiento más rápido y seguro.

El peligro de los golpes de calor

Uno de los mayores riesgos durante el verano para los perros es el temido golpe de calor. Este fenómeno ocurre cuando el cuerpo del animal se calienta a niveles peligrosos y no es capaz de disipar esa temperatura. Los síntomas pueden ser variados: jadeo excesivo, letargo, encías muy rojas o pálidas, vómitos, desorientación y, en casos graves, pérdida de conciencia.

Un error tan sencillo como mojar el lomo con agua en un intento de ayudar podría, en algunos casos, contribuir a este colapso si se hace mal y no se acompaña de otras medidas de protección. Por eso es tan importante informarse y entender cómo reaccionar ante un golpe de calor.

Cuidar de nuestros perros en verano va mucho más allá de ofrecerles agua o buscar sombra. A veces, lo que creemos que les ayuda, como mojarles la espalda, puede tener consecuencias contraproducentes. Entender cómo funciona su cuerpo y adaptar nuestras acciones a sus necesidades reales es una muestra de amor y responsabilidad. El calor no perdona, y los animales no pueden expresar su incomodidad con palabras. Por eso, como cuidadores, es nuestro deber anticiparnos y tomar decisiones informadas.