La cascada más alta de Madrid a una hora del centro: en plena naturaleza y un auténtico espectáculo
La Chorrera de los Litueros es una de las mejores cascadas cerca de Madrid y que no vas a querer perderte
La impresionante ruta de las cascadas al lado de Madrid que casi nadie conoce
La ruta de cascadas más impresionante de España perfecta para un fin de semana rural
Cuando pensamos en Madrid, a la mayoría nos viene a la mente su gran oferta urbana, con sus museos, teatros y su inagotable oferta cultural. Sin embargo, a tan sólo una hora del bullicio de la capital, existen rincones donde la naturaleza se impone con toda su fuerza y belleza, recordándonos que Madrid también es verde, montañoso y lleno de sorpresas. Uno de esos lugares especiales es la Chorrera de los Litueros, la cascada más alta de toda la Comunidad de Madrid.
Este tesoro natural se encuentra en el pequeño municipio de Somosierra, al norte de la región, y ofrece una escapada perfecta para desconectar del ajetreo diario. Ideal para una excursión de día, combina la magia de un paisaje espectacular con la comodidad de una ruta de senderismo accesible para casi todo el mundo. No hace falta ser un montañero experimentado para disfrutar de este espectáculo natural: basta con tener ganas de respirar aire puro y dejarse sorprender. Visitar la Chorrera de los Litueros es, además, una excusa perfecta para conocer una zona de Madrid que conserva intacto su encanto rural e histórico. Porque más allá de la cascada, Somosierra guarda siglos de historia, tradiciones y caminos que invitan a ser explorados con calma. Una escapada completa que combina naturaleza, cultura y, sobre todo, mucho disfrute al aire libre.
La cascada más alta de Madrid a una hora del centro
La Chorrera de los Litueros es una joya todavía bastante desconocida para muchos madrileños, a pesar de ser la cascada más alta de la región. Situada a 1.433 metros sobre el nivel del mar, forma parte del nacimiento del río Duratón, famoso por las impresionantes Hoces que surca en Segovia. Esta cascada se despliega en una caída escalonada de unos 40 metros de altura, donde el agua se precipita creando una imagen casi de cuento, especialmente en primavera y otoño, cuando las lluvias y el deshielo aumentan su caudal.
El entorno natural que la rodea es de una belleza serena, típico de la Sierra de Guadarrama, con sus bosques de abedules, robles y hayas, herencia viva de épocas glaciares. Aquí es fácil ver zorros, jabalíes y aves rapaces como buitres leonados o águilas, lo que convierte la excursión en toda una experiencia para los amantes de la fauna salvaje. Y si el día está despejado, las vistas desde la parte alta de la cascada permiten divisar buena parte de la meseta norte, un panorama que sin duda merece la caminata.