Sara Carbonero abre su corazón hablando de su enfermedad
La esposa de Íker Casillas se ha confesado a través de sus redes sociales.
Desde que en mayo de este año se diera a conocer que Sara Carbonero había sido operada de un cáncer de ovario, han sido escasas las ocasiones en las que hemos podido conocer cómo está viviendo estos complicados momentos. La periodista afronta con entereza la enfermedad, cuestión con la que continúa batallando y que, por el momento, la mantiene alejada del foco mediático. Ha sido su perfil de Instagram la plataforma elegida por la toledana para abrir su corazón y revelar cómo se siente, palabras cargadas de sentimiento que ya aglutinan miles de likes en la citada red social.
«Este verano está siendo un poco diferente. Las semanas transcurren entre médicos, pruebas, incertidumbres, maletas, mucha improvisación de última hora, ratos de alivio pero sobre todo están llenas de momentos muy intensos que estoy saboreando como nunca», escribe la periodista, que continúa explicando la manera en la que este proceso la está haciendo cambiar de perspectiva. «De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe. Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado», añade.
Sara Carbonero ha querido acompañar a estas palabras con la imagen de una rosa. Flor que el hijo mayor de la periodista le ha regalado. «Cuando le he preguntado si se había hecho daño al cogerla me ha respondido que sí, que de hecho se había pinchado pero que merecía la pena por darme la sorpresa. Luego le hemos quitado las espinas y la hemos metido en un jarrón con agua. ¿Ahora te gusta más?, le he preguntado. No mamá, ahora no parece una rosa de verdad», narra la periodista, que ha querido hacer una profunda reflexión al respecto de las palabras del pequeño. «Tenía toda la razón, porque la rosa no deja de ser bonita por tener espinas, ni las espinas dejan de hacer daño porque tengan rosas. Siempre hay algo de dolor en lo bello y mucho de belleza en la adversidad . Y en esas estamos, consiguiendo que los ratos buenos superen con creces los menos buenos», ha sentenciado la que fuera presentadora de deportes. Unas palabras que hacen suponer que la esposa de Iker Casillas está sabiendo lidiar desde el sosiego y la sabiduría con el gran reto que el destino le ha puesto por delante. | [LEER MÁS: Los secretos de la reforma de Laura Matamoros: los decoradores nos cuentan todo]