El secreto que nadie conocía del vestido de gala de Letizia
El diseño en terciopelo de Felipe Varela se ha confirmado como el look estrella de la Reina
Cuando hace 9 años Letizia -entonces Princesa de Asturias- se enfrentó estilísticamente hablando a Carla Bruni -entonces Primera Dama de Francia-, el combate diurno acaparó muchos más titulares que el nocturno, siendo precisamente el fracaso en la cena de gala lo que más dolió a la asturiana.
Letizia y Carla Bruni en 2009/ Gtres
Ha sido ahora, cuando la mujer de Felipe VI ha vuelto a ponerse el espectacular modelo de terciopelo negro firmado por Varela que estrenó durante la visita de estado del presidente de Argentina y su mujer, Juliana Awada, cuando muchas de las voces especializadas en el vestuario de la Reina han caído en las similitudes entre el look de la española con aquel que, años atrás, la noqueó mientras jugaba en casa.
Letizia Ortiz y Carla Bruni durante una cena de gala en 2009/ Gtres
Para aquel encuentro de gala con la supermodelo francesa, Letizia optó por reciclar el vestido plateado que Lorenzo Caprile había confeccionado para la cena previa a su boda con Felipe de Borbón. Aunque el escote era distinto -clara señal de la intención de la Princesa de Asturias de lucir lo mejor posible-, la silueta y el tul de la cola delataban el diseño, que ya en su primera puesta no fue muy aclamado. Por su parte, la mujer de Nicolás Sarkozy dejó los brillos para la realeza y apostó por un espectacular diseño de Dior en terciopelo azul oscuro (casi negro), sin mangas y largo hasta los pies con el que eclipsó a la que, hasta esa mañana, se había perfilado como una gran oponente.
Letizia Ortiz durante la cena de gala en honor al Presidente de China / Gtres
Dicen las malas lenguas que la humillación que sintió la experiodista -que se daba por ganadora antes de ver a la artista parisina- fue tal, que mandó diseñar un vestido que, sin ser igual, fuera similar al de Bruni.
Si bien es cierto que el vestido de Letizia es negro y no azul, que tiene manga larga, cuello a la caja y un drapeado en el torso, la realidad es que los diseños de ambas mujeres son tan parecidos que llamarlo casualidad sería faltar a la evidencia.