El joyero religioso de Tamara Falcó: de la medalla de la Virgen a su Rosario de cuentas

Las joyas son mucho más que simples adornos, son pequeñas piezas de nosotros mismos que cuentan historias sobre nuestra personalidad y estilo. Algunas tendencias se desvanecen con el tiempo, pero otras se quedan y se convierten en parte de nuestra vida diaria. Una que ha resurgido con fuerza en los últimos años es el aderezo religioso, un toque espiritual que ha venido para quedarse. Tamara Falcó es un claro ejemplo de cómo estos adornos religiosos pueden convertirse en elementos personales que van más allá de la moda.

A lo largo del tiempo, ha incorporado varias piezas a su colección, reflejando no solo su gusto personal, sino también su devoción. Desde medallas diseñadas por ella misma hasta otros detalles lúcidos en momentos significativos, la hija de Carlos Falcó, V marqués de Griñón y XII marqués de Castel-Moncayo, ha logrado fusionar lo espiritual con lo estético de manera única.

La medalla de la Virgen María

La medalla que lució en su peregrinación a Lourdes

Durante su peregrinación a Lourdes, Tamara lució con orgullo otra pieza. En ese viaje, visitó el uniforme reglamentario de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid, una asociación de fieles vinculadas a la archidiócesis de la capital. El conjunto incluye una bata, chaqueta de punto, abrigo y capa de color azul marino, con una toca, mandil, cuello y manguitos blancos, medias grises y un cinturón con hebilla dorada de la Hospitalidad, además de la medalla.

El rosario

Su alianza de casada

Finalmente, no podemos olvidar las alianzas de casados que la diseñadora de moda lleva en su mano izquierda, como recuerdo de su boda con Iñigo Onieva. Aunque no son estrictamente religiosas, estas alianzas de oro amarillo tienen un toque de devoción, ya que fueron diseñadas por el escultor José González Onieva, tío de su esposo. Son irregulares y llevan sus nombres grabados en el interior.