El verano más triste y amargo de la Reina Sofía
La Reina Sofía está ante uno de sus veranos más complicados
En los últimos actos se la ha visto abatida, a ratos ausente e incluso cabizbaja
Hay personas que nacen con una predisposición innata para ser felices, o en el peor de los casos, ser optimistas. Donde los demás ven un problema, el carácter práctico de la Reina Sofía siempre ha visto oportunidades. Sin embargo, el verano del 2024 se ha transformado en el más triste y amargo para la Reina emérita en muchos años.
El pasado lunes 29 de julio, en la habitual recepción a la sociedad balear en el Palacio de Marivent, a la madre de Felipe VI se la ha visto abatida, a ratos ausente e incluso cabizbaja. Motivos de sobre tiene. La lejanía del Rey Juan Carlos, la salud debilitada de su hermana Irene y la muerte repentina de su primo, el príncipe Miguel de Grecia han mermado la eterna sonrisa de Doña Sofía. Pero hay un motivo más. Un motivo de peso que afecta a toda la familia real y que desde LOOK vamos a desgranar con detalle.
La Reina Sofía, en Mallorca. (Foto: Gtres)
La Reina emérita es una mujer muy familiar. Por todos es sabido que le gustan las celebraciones familiares, estar rodeada de los suyos. Desde hace mucho tiempo alberga una esperanza que un verano más se ha visto truncada y frustrada: la de reunir a todos sus hijos y nietos bajo el mismo techo en Marivent. Fuentes de toda solvencia cuentan a este digital que la reina sufre con ver a su familia desperdigada. Doña Sofia añora los veranos en los que en el palacio mallorquín se reunían sus tres hijos junto a todos sus nietos. Este anhelo, normal y comprensible se ha visto truncado en los últimos años por los más diversos motivos.
Al principio del reinado de Don Felipe no pasaba más de un deseo que de algo realizable y factible. Los problemas familiares protagonizados por don Juan Carlos y el ex-duque de Palma, Iñaki Urdangarin, hacían que tal posibilidad fuera más que remota, totalmente desaconsejable. El cordón sanitario debería ser claro y no podría haber confusiones o mensajes equivocados. Años más tarde, y principalmente el verano anterior, el deseo casi se convierte en una realidad. Doña Sofía citó a todos sus nietos, los Marichalar, los Urdangarin y los Borbón-Ortiz a reunirse juntos una semana en la estancia balear. No obstante, una filtración a la prensa semanas antes abortó el plan. Parte de la sociedad pareció no gustarle la iniciativa de Sofia de Grecia y al final no pudo ser.
La Reina Sofía, con dos de sus nietos. (Foto: Gtres)
En el verano del 2024 el deseo sigue intacto pero según ha podido saber LOOK ni tan siquiera se llegó a plantear en serio: «Doña Sofia volvió a expresar el deseo de reunir a sus hijos y sus nietos unos días en la isla pero en esta ocasión no se puede decir que haya habido vetos. Los Marichalar ya tenían organizado su verano. Los Urdangarin cada vez parecen parientes más lejanos del resto de la familia y a la princesa Leonor y a la infanta Sofía se les ha impuesto una agenda ‘olímpica’ extensa. La reina asume que ya cada uno está ‘con sus cosas’ y que cada vez será más difícil tenerlos todos juntos».
Esta situación apena a una Reina, más sola o acompañada pero siempre reina, que nunca ha pretendido dejar de serlo, incluso cuando ejerce de madre y de abuela. Sin embargo, cada vez lo tiene más difícil para aglutinar a una familia cada vez más desperdigada. Reina un día, reina para siempre. Lo mismo en su papel de madre y de abuela, pero la pena de no ejercer como tal no se la quita ni el brillo ni el peso de la corona.