365 días de la cuarentena de Letizia: de primera royal afectada a reina ejemplar ante la Covid-19

Esta semana se ha cumplido un año del inicio de la etapa más incierta y dura de la vida de muchos. 12 meses conviviendo con una pandemia que ha puesto a prueba la resistencia de los ciudadanos del mundo entero. 365 días en los que las cifras de muertos han superado las más trágicas expectativas. El primer aniversario de un periodo que será estudiado en los libros de historia y del cual la reina Letizia ha salido reforzada gracias a una entrega total y un comportamiento ejemplar en estos tiempos inciertos.

En estos días hace también un año desde que, tras conocerse que la ministra Irene Montero había dado positivo por coronavirus, Letizia tuviera que cumplir cuarentena. Nada más conocer la noticia tanto ella como don Felipe se sometieron a una PCR y, aunque el resultado de ambos fue negativo, ella siguió el protocolo sanitario y permaneció aislada hasta que pasaron 14 días desde el encuentro con la política.

Han pasado 12 meses desde que el mundo entero cambiase lo que conocía como normalidad por mascarillas, geles, confinamientos, videollamadas, teletrabajo, crisis y austeridad. Y en todo este tiempo han sido muchos los rostros conocidos que no han cumplido las reglas, han caído en contradicciones, y no han predicado con el ejemplo. El mundo royal también ha sido objeto de críticas en todo lo que a surfear la pandemia se refiere, habiendo caído en picado la imagen de Máxima y Guillermo de Holanda, por ejemplo. Un matrimonio cuya faceta pública estaba muy bien valorada tanto dentro como fuera de las fronteras de los Países Bajos y que a fecha de hoy ha perdido muchos apoyos debido a sus reiterados comportamientos irresponsables durante los últimos meses.

Pero si hay alguien que ha salido reforzado a base de un comportamiento ejemplar esa ha sido la reina Letizia. Durante este tiempo la mujer de Felipe VI ha sabido adaptarse a los cambios como una ciudadana más. Asumiendo el teletrabajo, prestando su apoyo a la marca España, reduciendo los destellos estilísticos que a menudo eclipsan sus actos y eliminando cualquier detalle que pudiera traducirse como exceso tanto de su día a día como del de sus hijas. Cumpliendo a rajatabla las normas y llegando a cubrir al Rey cuando este tuvo que guardar cuarentena tras haber estado en contacto con un positivo, Letizia Ortiz ha conquistado a propios y extraños. Además, a pesar de haberse convertido en un complemento de moda para muchos, doña Letizia ha respetado el aspecto de las mascarillas que luce, no habiendo apostado por fabricarse dicho objeto protector en los tejidos de los estilismos que lleva. Su cuidado es tal, que al contrario que otros royal como su propio marido, la reina no se retira la mascarilla ni siquiera para hablar en público, habiendo sido el pasado mes de julio –durante su visita a Vinuesa- la última vez que la periodista se dejó ver si mascarilla fuera de su despacho.

Distancia de seguridad, saludos alternativos a los tradicionales, mensajes de ánimo a los colectivos con los que trabaja y apoyo a sectores nacionales como el de la moda, han sido una constante en los últimos meses de la Reina. Una etapa convulsa para la Corona española en la que la consorte, tan criticada en múltiples ocasiones, ha demostrado su buen hacer por encima de quienes, hasta hace no muchos años, parecían ser el espejo en el que debía mirarse.

Se ha cumplido esta semana, también, el 17 aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid. Una fecha teñida de luto en el calendario de toda España que supuso, además, el bautismo público de Letizia como futura princesa de Asturias. Entonces la asturiana participó, junto al entonces príncipe Felipe y sus padres, don Juan Carlos y doña Sofía, en las visitas que la Casa Real hizo a los hospitales donde se estaban atendiendo a los supervivientes de aquel ataque terrorista que tanto dolor causó al país entero. Un ‘examen’ que pasó con holgura pero con mucha menos seguridad –aunque quizás más apoyos- que la prueba en la que, desde que comenzó y hasta hoy, ha conseguido brillar de manera sobresaliente.