Carlos III y Camila Parker Bowles ante su ‘mayoría de edad’ más esperada
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Carlos y Camila han cumplido este 9 de abril la mayoría de edad como matrimonio. A sus 74 y 75 años respectivamente, el monarca y su esposa han celebrado en esta jornada su aniversario de bodas, pero no es uno cualquiera. La pareja cumple 18 años de casada pero, además, es el primer aniversario desde la muerte de la Reina Isabel el pasado mes de septiembre y a apenas un mes de su esperada Coronación en la abadía de Westminster. A esto hay que añadir que su aniversario de bodas coincide con el de la muerte del príncipe Felipe, marido de la Reina Isabel, fallecido el 9 de abril de 2021 a los 99 años de edad.
El Rey con Camila Parker y el duque de York en Windsor. / Gtres
Pese a que se ha tratado de una fecha cuanto menos simbólica, la pareja no ha alterado sus planes oficiales con motivo de su aniversario. Les hemos visto en Windsor, acudiendo al servicio religioso con motivo de la Pascua, donde también han estado los príncipes de Gales y sus hijos, así como otros miembros de la Familia Real, incluido el príncipe Andrés. Un gesto que denota que, a pesar de que el duque de York no participa en actos oficiales, sigue siendo parte de la familia y cuenta con el apoyo de su hermano, al menos, en el plano más privado.
El rey Carlos y Camila Parker Bowles en una imagen reciente. / Gtres
Aunque la relación entre Camila Parker Bowles y el hijo mayor de la Reina Isabel se remonta a la década de los años 70, lo cierto es que no fue hasta 2005 cuando pusieron el broche de oro a una historia de amor que siempre tuvo más detractores que defensores. Un romance poco apropiado contra el que tanto desde el seno de la Familia Real como la opinión pública siempre fue tachado de inaceptable, sobre todo, a partir de las declaraciones de Diana de Gales, en las que aseguraba que en su matrimonio eran tres y estaba, por tanto, un poco concurrido. La presión mediática sobre Camila Parker Bowles en aquellos años fue muy intensa, a lo que hay que sumar las críticas de la familia de Carlos, que le animaban a romper la relación.
Sin embargo, en 2005, la pareja consiguió, contra todo pronóstico, poner el broche de oro a su historia. En día 9 del mes de abril, el entonces príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles se casaron en una ceremonia civil en Windsor Guildhall, a la que siguió un servicio religioso en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Un enlace que sería el comienzo de una etapa feliz para la pareja que está a punto de coronarse. Algo que Camila quizás nunca imaginó.
El rey Carlos y Camila Parker Bowles juntos en un acto. / Gtres
Y es que su historia de amor y su llegada hasta el matrimonio, que ahora cumple la ‘mayoría de edad’ puede calificarse de tormentosa, por todas las dificultades a las que tuvieron que hacer frente a lo largo de más de tres décadas. Carlos y Camila mantuvieron una relación intermitente desde los años 70, incluso cuando ambos estaban casados con Diana y Andrew Parker Bowles. Sin embargo, a pesar de que cuando fueron a darse el ‘sí, quiero’ su romance estaba más que consolidado, cuentan varias fuentes que a la consorte llegó a darle un ataque de ansiedad el mismo día del enlace.
Durante muchos años, Camila fue la mala del cuento, carente de apoyos por parte de los británicos e incluso por parte de la propia Familia Real. Un calificativo que, con el paso del tiempo ha conseguido dejar atrás, a pesar de las últimas declaraciones del príncipe Enrique, que la han puesto de nuevo en el punto de mira. De hecho, el mismo día de la boda fueron muchos los que gritaron por las calles de Windsor contra el matrimonio, e incluso contra el propio Carlos.
El rey Carlos y Camila Parker Bowles juntos en un acto. / Gtres
Sin embargo, a pesar de las polémicas y de que Camila llegó al día de su enlace -que tuvo que posponerse un día porque Carlos tuvo que acudir al funeral del Papa Juan Pablo II en Roma- completamente agotada y presa del pánico, casi dos décadas después, la pareja ha demostrado de sobra que su amor, desde el minuto uno, estaba hecho a prueba de todo. Este aniversario significa para ellos más que los anteriores, no solo por ser el primero como reyes, sino también por el simbólico significado que entraña llegar a la mayoría de edad.