UNA FECHA SIMBÓLICA

El desafío de Catalina y el triunfo de Andrés: el reencuentro de los Windsor, al detalle

Windsor
El rey Carlos con su esposa y su hermano. / Gtres
  • Andrea Mori
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A menos de un mes de la Coronación de Carlos III, la Familia Real Británica ha reaparecido en Windsor en una fecha simbólica. Este domingo, 9 de abril, no solo se ha celebrado el servicio religioso con motivo de la Pascua, sino que este año ha coincidido con el aniversario de la muerte del príncipe Felipe y el aniversario de boda del rey Carlos y su esposa, Camila Parker Bowles. Ha sido, además, la primera vez que los Windsor han participado en este evento desde la muerte de la Reina Isabel el pasado mes de septiembre.

El Rey Carlos III y la Reina consorte Camila a su llegada a la misa de Pascua / Gtres

El Rey Carlos III y Camila a su llegada a la capilla de San Jorge./ Gtres

Una reaparición simbólica por todas las circunstancias que la han rodeado pero que, además, ha estado cargada de detalles de especial relevancia. Más allá de que ha sido la primera vez que el rey Carlos y su esposa han presidido el servicio religioso desde que el monarca asumiera la jefatura del Estado tras la muerte de su madre a comienzos del mes de septiembre en Balmoral, gran parte de la atención la han acaparado los príncipes de Gales.

El príncipe Guillermo y su esposa, Catalina Middleton, no han querido faltar a esta importante cita, acompañados de sus tres hijos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis. Este último ha sido protagonista indirecto de la jornada, por su espontaneidad y simpatía, ya que era la primera vez que acudía a un evento de estas características. A sus casi cinco años, el pequeño de la familia es quizás el menos tímido y el más dicharachero. Vestido con pantalones cortos, camisa, corbata y blazer, Luis ha estado en todo momento agarrado a su madre, la princesa de Gales, con la que mantiene una relación muy especial. De hecho, algunas fuentes apuntan a que es su ‘predilecto’.

Windsor

Los príncipes de Gales con sus hijos. / Gtres

Más allá del espectacular look de la Princesa, de Catherine Walker -una de las diseñadoras fetiche de Diana de Gales-, uno de los detalles que más ha llamado la atención es su manicura. La esposa del príncipe Guillermo ha llevado las uñas en un llamativo color rojo, algo que, en teoría, no está permitido por el protocolo. De hecho, siempre se ha dicho que la Reina Isabel apostaba por el tono ‘Ballet slippers’ de la firma Essie u otros tonos de nude o rosa. Sin embargo, esta vez, Catalina ha seguido los pasos de la nueva duquesa de Edimburgo, que es la única que suele desafiar esta norma y lucir las uñas en colores fuertes.

La princesa Ana en Windsor. / Gtres

Además del llamativo esmalte de la princesa de Gales, otro detalle que ha generado gran interés es la presencia del príncipe Andrés, que incluso ha caminado hacia la capilla junto a su hermana, la princesa Ana, y tras el Rey y Camila. No se trataba de un acto oficial de ‘La Firma’, sino más bien una reunión familiar con motivo de la Pascua y el aniversario de la muerte del príncipe Felipe, por lo que, de alguna manera, la presencia del duque de York no debería ser tan llamativa. No obstante, hace pensar que, a pesar de todo y aunque a nivel institucional ya no tenga cabida en la estructura de la Corona, Andrés sigue contando con el cariño y el apoyo de los suyos. Algo que parece que el príncipe Enrique no ha conseguido.

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