Genética o entorno: el truculento pasado del ex de Mette-Marit que ahora repite su hijo
Marius Borg se enfrenta a cargos muy graves
El juicio está previsto para el próximo año

Marius Borg no tendrá ningún trato especial cuando el próximo año tenga que enfrentarse a los tribunales. El fiscal Sturla Henriksbo ha sido tajante sobre este tema cuando ha enumerado los cargos que se imputan al hijo mayor de la princesa Mette-Marit de Noruega, entre ellos, cuatro violaciones. Borg será tratado como cualquier otro ciudadano noruego, sin tener en cuenta su cercanía con la familia real. De hecho, la casa real se va a mantener al margen del proceso y confía en las autoridades competentes. La situación de Mette-Marit, como madre, es otra cuestión.
Sin embargo, a pesar de que de iure, el joven no tiene ningún privilegio, de facto sí que se ha criado en un entorno privilegiado, hasta el punto de que no hace mucho tenía incluso pasaporte diplomático. Los últimos acontecimientos llevaron al Gobierno a tomar medias y reformar el uso de estos documentos.
El príncipe Haakon junto a Marius Borg en Oslo. (Gtres)
Una princesa contra todo pronóstico
Borg llegó a la familia real cuando tenía dos años, cuando su madre comenzó una relación con el príncipe heredero. Una relación contra la que hubo una fuerte oposición pública, sobre todo por el pasado de la hoy princesa. Además de ser madre soltera, Mette-Marit había trabajado como camarera, había participado en concursos de televisión y tenía vínculos con personas condenadas por delitos relacionados con drogas. Asimismo, el hecho de que la pareja conviviera antes de casarse en un ático pagado por el rey Harald no estaba muy bien visto. A pesar de todo, Mette-Marit y Haakon siguieron con su historia de amor y la princesa pidió perdón por su polémico pasado.
En el momento en el que Mette-Marit se casó con Haakon, Marius se convirtió en uno más de la familia. No tiene sangre real, título o tratamiento de alteza real, pero ha sido criado como parte de la familia, de hecho, ha recibido la misma educación que sus hermanos y ha vivido en el mismo entorno. Es más, le hemos visto en numerosas celebraciones oficiales de carácter familiar.
Una educación privilegiada que, sin duda, tenía todos los ingredientes para que Marius Borg se convirtiera en una destacada figura de la sociedad noruega. Nunca le faltaron opciones ni posibilidades, pero su primera detención hace ya más de un año ha abierto el debate de si en el carácter de una persona pesa más el entorno o la herencia genética. Y es precisamente ahí donde entra la figura de su padre, Morten Borg. Una figura polémica que, sin embargo, supo superar su oscuro pasado y que ahora lleva una rutina relajada y sin escándalos.


Marius Borg, Mette-Marit y el príncipe Haakon. (Foto: Gtres)
El pasado de Morten Borg
A diferencia del príncipe Haakon, el padre de Marius Borg no destacó especialmente por su intachable expediente o por su carácter afable y amistoso, sino más bien todo lo contrario. Aunque en la actualidad lleva una vida tranquila y alejada de los focos, trabajando como empresario y analista financiero, en los años 90 Morten Borg fue detenido en varias ocasiones por posesión, compra y venta de cocaína e incluso llegó a ser encarcelado. También tuvo incidentes por conducir bajo los efectos del alcohol y por mostrar comportamientos violentos, de la misma manera que ahora se acusa a su hijo, aunque en el caso de Marius, los cargos son más graves.


Morten Borg en un acto en Oslo. (Foto: Gtres)
Morten Borg conoció a Mette-Marit cuando trabajaba como DJ en Oslo. Su relación con la princesa fue breve pero muy intensa. La esposa del príncipe Haakon salía con otro hombre al que dejó para empezar a salir con Morten. Al ex novio de Mette-Marit no le sentó bien la ruptura y llegó a amenazar a Borg con un cuchillo. Marius nació cuando ya se habían separado, pero Morten nunca perdió el contacto con su hijo, es más, solía verlo cada dos fines de semana y asistió a la boda de Haakon y Mette-Marit. En el año 2004 contrajo matrimonio con la modelo libanesa Celine Maktabi, con quien tuvo otro hijo, Lucas. Sin embargo, la pareja se separó en 2019.
A pocos meses de que Marius Borg se siente ante el juez es inevitable preguntarse si la herencia genética de su padre le ha pasado factura y si, al igual que él, será capaz de rehabilitarse en el futuro. Al fin y al cabo, él tenía todo en su mano para no repetir los mismos errores pero, aún así, ha seguido un camino paralelo con delitos más graves incluso.