Ana María tras los focos: Brillante expediente y un ambicioso proyecto personal

Ana María Aldón es conocida por la audiencia de la crónica social como la segunda esposa del torero José Ortega Cano tras la muerte de Rocío Jurado. Aunque en el principio de su relación con el diestro, Aldón desarrolló un perfil bajo tras la alargada sombra del torero, su evolución mediática ha ido in crescendo a lo largo de los años. Un perfil público que vivió, sin duda, un antes y un después tras la participación de Ana María en el reality Supervivientes. Desde entonces hasta el momento, la andaluza se ha convertido en un personaje con voz y voto, a pesar de la disconformidad, en ocasiones, por parte de la familia del maestro hacia sus comentarios y opiniones acerca de los frentes abiertos en su familia.

Sin embargo, existe una faceta de Aldón que a pesar de que es por todos conocida, no ha tenido la misma repercusión que los dimes y diretes de su vida personal. Un área que además pone en relieve un perfil absolutamente brillante sobre Ana María.

El comienzo de ‘la otra Ana María’

Todo comenzó antes de su viaje a Honduras, cuando eran muchos los que ‘no daban un duro por ella’. En el año 2015 la esposa de José Ortega Cano se matriculaba en la Escuela de Diseño IADE para realizar un curso de diseño. Unos estudios superiores, a los que accedía junto a la hija de Ortega Cano, encargado de costear los más de 5.000 euros anuales del mismo y que finalizaban en el mes de junio del año 2018. Por aquel entonces, trascendía para todos los medios la realidad de que, mientras que Ana María conseguía culminar su andadura siendo graduada en diseño, Gloria, por el contrario, decidía abandonar sus estudios en pro de otros horizontes profesionales. Poco importó el hecho de que , además de llegar a su meta, la ya diseñadora conseguía su título con un expediente brillante en el que destacaban dos matrículas de honor: una en patronaje masculino y otra en patronaje femenino. Ya en su día, Diego Pérez de Castro, director del centro de diseño afirmaba a los micrófonos de Gtresnews, “Ana tuvo una entrega absolutamente admirable, Gloria es otro caso diferente”. Su trabajo constante y su gran compañerismo fueron dos de los ingredientes claves para su éxito.

Un exitoso Máster

Lejos de pararse ahí, la vida académica de Ana María, pasados los cuarenta, ha seguido adelante ya que la diseñadora, y ya colaboradora oficial de Viva la vida tras su paso por la isla de supervivencia, se matriculaba en un postgrado complementario a sus estudios que ha culminado con tanto éxito como sucedió en su paso por IADE. Era el año 2021 y Ana María implementaba un extra de esfuerzo paralelo a las complicaciones de su vida matriculándose en un Máster de Márketing Digital con el que ha buscado complementar sus conocimientos de comercio online. Aunque la esposa de José Ortega Cano ha realizado este postgrado de manera telemática, la propia Ana María ha confesado en varias ocasiones el gran esfuerzo que ha desarrollado para conseguir terminar este Máster debido a toda la convulsión mediática en torno a su vida, además de los achaques de salud de su marido y el resto de complicadas situaciones que han servido como contexto hostil a su evolución académica.

Sin embargo, como ha podido saber Look tras tener acceso directo a su información académica, Aldón ha superado con creces todas sus expectativas ya que ninguna de sus calificaciones en las diferentes asignaturas ha bajado del 9. Un logro del que la diseñadora se siente especialmente orgullosa y del que pocos medios se hacen eco, a pesar de que sea este el motivo de su gran cambio de vida.

Su plan de futuro

Ana María Aldón ha pasado de crisálida a mariposa como versa la exitosa y ‘oscarizada’ canción de Sebastian Yatra Dos oruguitas. No solo lo ha hecho como personaje del papel cuché, liberada de toda atadura al hablar sin miedo de los conflictos familiares, confirmando lo que otros niegan. Ana María quiere labrar su propio camino y lo está haciendo con paso firme. Mientras que la mayoría pensaba que su posgrado iría enfocado a proyectar su carrera como creadora de una firma de moda, el arranque 2.0 de Ana María va por otros tiros. La colaboradora estás dispuesta a relanzar su imagen en las redes sociales dando un primer gran paso de gigante como imagen de una firma de gastronomía. Aldón ya es imagen de una marca de gazpachos, y aunque, como hemos podido saber, no tendrá acciones en la empresa de estos productos gastronómicos (como sucede en el caso de su competidora Belén Esteban), ella sí será embajadora 360 de la misma. ¿Cómo lo va a hacer?

Según ha podido saber Look, según fuentes cercanas a su oficina de representación, sus acciones como imagen de marca pasaran por “realizar varios contenidos digitales desde recetas, fotos en Instagram hablando del producto, y luego otros post o publicaciones explicando cómo se trabaja el producto”. Así, por ejemplo, en el caso del salmorejo, uno de los productos de la tomatera con la que ya trabaja, Ana María nos contará cómo servirlo, con qué se acompaña o como le gusta tomárselo a ella. Sin embargo, y como atestiguan las mismas fuentes, esta nueva realidad profesional, es solo el comienzo de un ambicioso horizonte en la red con nuevos e importantes proyectos a la vista de los que seguiremos informando.