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Trump afirma que la decana de la Corte Suprema está senil y exige su dimisión: «Ha perdido la cabeza»

La pelea por la Presidencia de EEUU, cuyas elecciones se celebran el próximo 8 de noviembre, sólo ha comenzado. Y amenaza con remover todas las estructuras de la democracia más sólida y rica del mundo. Sobre todo, porque el carácter del candidato republicano, Donald Trump, le permite poner todo en solfa para lograr sus objetivos. Así ha llegado a ser un magnate de la construcción, con empresas interpuestas que contratan a bajo sueldo a esos inmigrantes a los que él quiere expulsar del país, y con beneficios infinitos que reinvierte en sí mismo. Este miércoles le tocó a la decana del Tribunal Supremo de Estados Unidos, la magistrada Ruth Bader Ginsburg, para la que ha exigido «la dimisión» y de la que ha sugerido que chochea.

Y todo porque esta juez, cuyo cargo es el más respetado del sistema estadounidense pues se otorga con carácter vitalicio a magistrados de carrera impoluta y prestigio intachable, deslizó en un par de entrevistas que Trump es un «impostor».

La decana de la Corte Suprema de EEUU, magistrada Ruth Bader Ginsburg.

Cierto que no es costumbre que un juez del Supremo exprese sus preferencias políticas. Es más, está mal visto. Pero también es una realidad que es el propio carácter del candidato del Partido Republicano, un outsider por el que nadie apostaba seriamente pero que ha ganado la nominación a base de desprestigiar a todos sus rivales y al representante de cualquier estamento –prensa, policía, judicatura, finanzas, política…– que lo criticara, el que ha provocado a la magistrada de 83 años.

«Es un impostor», declaró ella a la cadena CNN aludiendo a Trump. «No tiene coherencia. Dice siempre lo que le pasa por la cabeza. Es realmente un egocéntrico», se descargó la juez Ginsburg.