Internacional

Primer asalto Trump-Biden: el presidente acusa al hijo de su oponente de recibir «millones de dólares» en Rusia

El primer debate entre Donald Trump y Joe Biden ha estado marcado por el tono bronco y los ataques directos y personales. El presidente de EEUU ha sacado a relucir las acusaciones de corrupción que pesan sobre el hijo del aspirante demócrata.

Ha sido al entrar en materia internacional cuando la tensión entre ambos ha crecido casi hasta el máximo. Trump ha acusado de corrupción al hijo de Biden, Hunter, por su relación con Burisma, una compañía energética ucraniana de cuya junta directiva formó parte.

El magnate ha deslizado que Hunter se habría dejado corromper tras recibir «millones de dólares» de Elena Batúrina, esposa del antiguo alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov.

«Mira lo que ha hecho tu hijo, ha ganado millones en China y Ucrania. Sólo por curiosidad, la esposa del alcalde de Moscú le dio millones de dólares, ¿por qué? ¿Qué hizo para merecerlo?», ha preguntado Trump.

«Eso no es verdad, mi hijo no hizo nada malo en Burisma», ha respondido Biden, quien también le ha defendido de las insinuaciones que ha lanzado Trump en relación a su pasada adicción a las drogas.

«Mi hijo tenía un problema con las drogas, pero lo superó y estoy orgulloso de él», ha dicho Biden, quien ha contraatacado reprochando el «silencio» a Trump tras conocerse la noticia de que supuestamente Rusia pagó a los talibán por cada una de las bajas que causara dentro del Ejército estadounidense.

Abordando asuntos económicos y acerca de cómo Biden respondería ante la recesión, el demócrata ha asegurado que se mantendrá «firme», como ya se mostró ante el presidente de Rusia, Vladimir Putin cuando ejerció como vicepresidente en la Administración Obama.

«Yo me he enfrentado a Putin y le he dicho que no me iba a doblegar ante él», a diferencia, ha dicho, de Trump, que ha demostrado ser la «mascota» del presidente ruso.

La pandemia

El candidato demócrata ha acusado por su parte al presidente de Estados Unidos de «entrar en pánico» durante la pandemia y ha cuestionado los plazos que el republicano ha fijado para el inicio de un proceso de vacunación, durante el primer envite dialéctico entre ambos de cara a las presidenciales del 3 noviembre.

El debate electoral ha estado marcado en todo momento por un estilo bronco, desordenado y con constantes ataques entre uno y otro candidato, y en donde el moderador ha tenido que llamar la atención de ambos debido a las continúas interrupciones.

La primera parte ha estado centrada en el tema sanitario y en la gestión de la pandemia, la cual, ha dicho Biden, Trump no se ha tomado nunca en serio, ya que siempre ha carecido de un plan al respecto.

«¿Creen por un momento lo que les está diciendo?», ha interpelado directamente Biden a los telespectadores, en relación al trabajo de la Administración Trump durante la crisis de la COVID-19, que ha vuelto a ser calificada como «pandemia china» una vez más por el presidente estadounidense.

«Todavía no ha reconocido que sabía que esto estaba pasando, sabía lo peligroso que iba a ser en febrero y ni siquiera lo dijo», ha asegurado el demócrata, quien ha acusado a Trump de estar más pendiente del «mercado de valores».

«Es la misma persona que dijo que esto acabaría en Semana Santa, o que incluso te podías inyectar lejía», ha recordado Biden.

En relación a la vacuna contra la COVID-19, Trump se ha mostrado esperanzado de poder anunciar «en cuestión de semanas» los primeros tratamientos, algo que Biden ha cuestionado, expresando que hasta el propio presidente estadounidense sabe que los plazos más optimistas están fijados para mediados del año próximo.

La cuestión del uso de la mascarilla también ha salido a relucir, con un Trump ironizando acerca de la utilización de esta protección «a todas horas» por parte de Biden.

«Yo la utilizo cuando considero que es necesario, no como él, que cada vez que le ves lleva máscara, puede estar a 600 metros y tener la mascarilla más grande que he visto», ha dicho Trump.

En ese sentido, Trump ha vuelto a defender la celebración de grandes mítines, pese a las restricciones de algunos estados por la pandemia, ya que, ha dicho, no sólo «la gente quiere escuchar» lo que tiene que decir, sino que la enfermedad no incide de igual manera en eventos al aire libre.

«Si pudieras atraer a una gran multitud, habrías hecho lo mismo. Pero no puedes», le ha dicho Trump a Biden, quien considera «muy irresponsables» las recientes concentraciones republicanas de Tulsa, Oklahoma, o Arizona.

En el plano económico, Trump ha insistido en que tanto Biden como el resto de gobernadores demócratas quieren «destruir la economía» manteniendo los negocios cerrados.

Sin embargo, Biden ha exigido a su oponente que se ponga a trabajar cuanto antes para «ocuparse de las necesidades del pueblo estadounidense y poder así abrir de forma segura».

Impuestos

El presidente de Estados Unidos también ha sido cuestionado por las últimas informaciones que el ‘The New York Times’ publicó acerca de que en 2016 y 2017 tan sólo pagó 750 dólares en impuestos sobre la renta, después de haber estado una década sin hacerlo.

«Pagué millones de dólares en impuestos, millones de dólares en impuestos sobre la renta», ha asegurado Trump, quien ha vuelto a insistir en que mostrara toda la información a su debido tiempo.

Sin embargo, ha reconocido que se ha servido de «ingeniería fiscal» para pagar menos impuestos, pues «sólo un estúpido no lo haría».

Las declaraciones de impuestos de Trump han sido un misterio desde que se presentó como candidato a ocupar la Casa Blanca, convirtiéndole posteriormente en el primer presidente de Estados Unidos en no ofrecer detalles sobre sus finanzas en décadas.

Racismo

El candidato demócrata ha comenzado su intervención sobre esta otra gran cuestión de la sociedad estadounidense asegurando que Trump «alimenta» el odio racial y la división y le ha reprochado no haber hecho «prácticamente nada» por las minorías y el colectivo afroamericano.

Trump ha recordado a Biden que fue él quien en 1994 aprobó un proyecto de ley contra el crimen cuando era senador que perjudicó a la comunidad afroamericana y le ha acusado de estar en contra de la ley y el orden, así como de la Policía.

El presidente republicano ha estado insistiendo una vez más en que los disturbios que se produjeron tras los recientes episodios de violencia policial contra la comunidad negra, no fueron sofocados por las autoridades demócratas de los estados y ha acusado a Biden de entregar los suburbios a la violencia «anarquista».

«Lo que realmente es una amenaza para los suburbios y su seguridad es su incapacidad para lidiar con la COVID-19», le ha respondido Biden.

Cuestionado Trump si se mostraría tan inflexible contra la violencia provocada por los grupos supremacistas blancos, ha respondido afirmativamente, pero ha matizado que «casi todo proviene de la izquierda, y no de la derecha».

«Proud Boys (un grupo de extrema derecha asiduo a muchos de sus mítines) retroceded y aguantad. Alguien tiene que hacer algo con los antifascistas y con la izquierda porque este no es un problema de la derecha», ha dicho.

Ante la crisis provocada por la pandemia, Estados Unidos es el país más afectado con más de 7,1 millones de casos y cerca de 206.000 fallecidos, y para evitar aglomeraciones y con ello la posibilidad de más contagios, se ha aprobado la posibilidad de votar por correo electrónico.

Trump ha cuestionado durante el debate la legitimidad de elegir al presidente a través de este mecanismo, asegurando que se esta gestando «un fraude como nunca antes se ha visto».

Por su parte, Biden ha respondido que estas críticas sin pruebas son una estrategia para «tratar de disuadir a la gente de que acuda votar», intentando hacer creer que el resultado no será legítimo.