Imágenes de satélite muestran que Irán reconstruye las instalaciones de misiles que atacó Israel
Irán posee bases de fabricación de misiles de combustible sólido en Khojir y Parchin, cerca de Teherán, y en Shahroud
Irán ha comenzado a reconstruir sus instalaciones de producción de misiles que fueron atacadas por Israel durante la guerra de 12 días en junio, según se ha confirmado este miércoles 24 de septiembre. Sin embargo, un componente clave aún falta: los grandes mezcladores necesarios para producir combustible sólido para los misiles.
Los ataques israelíes se centraron en instalaciones de misiles de combustible sólido. Su principal ventaja es que se pueden lanzar más rápido que los de combustible líquido, que deben cargarse justo antes del disparo. Esta velocidad puede marcar la diferencia entre lanzar un misil o que sea destruido en el lanzador, como ocurrió durante la guerra con Israel.
Irán posee bases de fabricación de misiles de combustible sólido en Khojir y Parchin, cerca de Teherán, así como en Shahroud, a unos 350 kilómetros al noreste de la capital. Incluso antes de la guerra más reciente, todos estos sitios habían sido atacados por Israel en octubre de 2024 durante las hostilidades entre ambos países.
Restaurar el programa de misiles es crucial para la República Islámica, que considera que otro conflicto con Israel podría ocurrir. Los misiles constituyen uno de los pocos elementos de disuasión militar de Irán tras la devastación de sus sistemas de defensa aérea durante la guerra, un tema que Teherán insiste en que no será negociable con Occidente.
Los mezcladores son un objetivo prioritario para Teherán, especialmente ante la posibilidad de que se reimplanten sanciones de la ONU a finales de septiembre. Estas sanciones penalizarían cualquier desarrollo del programa de misiles, entre otras medidas.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, ha intervenido ante la Asamblea General de la ONU este miércoles 24 de septiembre. Pezeshkian ha asegurado este miércoles ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York que su país «nunca se inclinará ante los agresores», en un contexto de posibles sanciones de reaplicación sobre su programa nuclear y mientras todavía lidia con las consecuencias de los bombardeos israelíes y estadounidenses durante la guerra de 12 días en junio.
En su discurso, Pezeshkian ha negado que Irán busque armas nucleares y criticó duramente a «el régimen sionista» por la guerra en Gaza, un reproche compartido por líderes de Irak, Líbano, Marruecos y España.
Pezeshkianha ha denunciado los «ataques aéreos del régimen sionista y Estados Unidos contra ciudades, hogares e infraestructuras iraníes justo cuando transitábamos el camino de las negociaciones diplomáticas».
Según el mandatario iraní, estas acciones constituyen «una grave traición a la diplomacia y un sabotaje a los esfuerzos por la estabilidad y la paz», y ha afirmado que los ataques, que incluyen el monitoreo de comandantes, ciudadanos, niños, mujeres, científicos y élites intelectuales, han socavado la confianza internacional y el futuro de la paz en la región.
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