¿Cómo se hace?
Hogar

Cómo usar las bolitas de sílice

Si has comprado algún artículo últimamente, recordarás que vienen en el paquete pequeñas bolitas transparentes, como gelatinosas. Son las clásicas bolitas de sílice que se utilizan para proteger los productos de posibles golpes o caídas durante el proceso de distribución de los mismos. Pero además seguro que no sabes cómo usar las bolitas de sílice.

Una vez que desempaquetamos nuestro artículo y comenzamos a utilizarlo, las bolitas dejan de ser útiles para protegerlo, y entonces tenemos dos opciones: descartarlas, o volver a utilizarlas. Sí, a diferencia de lo que la mayoría cree, hay muchas formas de aprovecharlas, ahorrándonos el tener que ir al mercado por ellas.

Cómo usar las bolitas de sílice en tu hogar

Móviles mojados

Aunque hay varios smartphones actuales que cuentan con certificación frente al agua y al polvo, eso no significa que puedan ser mojados durante mucho tiempo, o que no se dañen en esa situación.

Una de las recomendaciones más habituales entonces tiene que ver con sumergirlos en arroz, para que este alimento absorba toda la humedad. Pues bien, las bolitas de sílice trabajan igual, y dejándolo sumergido durante unas horas entre éstas, irán absorbiendo poco a poco la humedad.

Sal y azúcar apelmazadas

En las regiones de elevada humedad, tanto la sal como el azúcar tienden a apelmazarse, dificultando su aplicación sobre nuestras bebidas y platos preferidos. Colocando estas bolitas en el interior del envase, veremos cómo lentamente comienzan a desprenderse los granos de sal y azúcar.

Preservación de adornos navideños

Los adornos navideños se ubican a la vista de todos durante apenas un mes al año, y pasan los otros once meses encerrados en alguna caja. Esto hace que la humedad acumulada pueda llegar a afectarlos. Introduciendo estas bolitas en la caja donde los guardas, evitas que tomen olor a humedad.

Mantenimiento de cuchillas de afeitar

Tras rasurarnos, las cuchillas de afeitar quedan húmedas, y no hay manera de secarlas manualmente. Excepto, claro, que las dejes en un tupper, con gel de sílice, hasta que las necesites de nuevo.

Esto hace que se mantengan en óptimas condiciones y, por ende, que envejezcan mejor.

En la bolsa del gimnasio

Finalmente, pocos objetos están tan expuestos a la humedad como la bolsa del gimnasio, dentro de la que solemos tener nuestras ropas sucias del entrenamiento, normalmente mojadas y con olor a transpiración.

Además de lavar el bolso como mínimo una vez por mes, puedes asegurarte de que no se impregne el olor a transpiración soltando en su interior bolitas de sílice, para que absorban la humedad que genera el cuerpo.