¿Cómo se hace?
Bricolaje

Cómo colocar suelo laminado en la escalera

Instalar suelo de laminado en escaleras le dará a esta parte de nuestra casa una nueva vida, atrévete con una sencilla reforma, el resultado te encantará.

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Cuando tenemos una escalera en casa, el suelo que la recubre tiende a ser de los más utilizados. Con el paso del tiempo, la superficie se irá desgastando antes que las demás, dando una fea imagen. Por eso mismo muchos dueños deciden, como parte de la restauración de su vivienda, instalar suelo laminado en la escalera, dándole un aspecto renovado y que haga que luzca como si estuviera construida al momento.

Es mucho más difícil colocar un suelo laminado en esa zona de la casa que en otras y dado que se trata de un espacio irregular, hay que ser extremadamente cuidadoso en el trabajo.

Pasos para colocar suelo laminado en la escalera

Lo primero será entonces la elección del producto, que deberá ser resistente por ese mayor desgaste, con una superficie antideslizante para evitar golpes y caídas, sobre todo si hay niños habitando el inmueble.

Otro detalle importante es que debes adquirir un 10% más de suelo, porque en estas labores se suele desperdiciar demasiado material, y si no prevés eso, podrías tener inconvenientes durante la tarea.

Una vez comprado, no puedes iniciar la instalación de inmediato, sino que debes esperar unos días. De ese modo el suelo laminado para la escalera se aclimatará a las condiciones atmosféricas de la región donde vives, contrayéndose o expandiéndose según sus características.

La colocación paso a paso

A diferencia del suelo del resto del lugar, el laminado va directamente sobre los peldaños, así que debes retirar las alfombras, tachuelas, o cualquier irregularidad que estorbe en el proceso y haga saltar las láminas.

Acto seguido, córtalas y dales la forma que corresponde a los escalones y sus descansos. Ve colocando una a una las láminas sobre ellos después de aplicarles el adhesivo recomendado, recortando algún centímetro más si hace falta y ves que hay sobrantes en alguno de los lados.

Mantén presionadas las láminas durante un par de minutos hasta que el pegamento se seque, asegurándote de que encaje perfectamente, que se vea bien y se sienta firme al hacer fuerza, sin movimientos laterales ni huecos debajo.

Tras esa primera etapa, debes hacer lo mismo con la contrahuella, contraescalón o contrapeldaño, como se conoce al escalón vertical, completando la obra para que se aprecie el nuevo suelo en su esplendor.

Por último, es el turno de esa pieza que forma ángulos de 90°, conocido como mamperlán o cantonera, y que está diseñado para solapar tanto la huella como la contrahuella, impidiendo que se levanten, y dándole una mejor terminación.

Si quieres quedarte más tranquilo, puedes esparcir un cordón de sellado de un color similar al suelo a lo largo de cada peldaño, para afirmar más la renovada superficie, y otorgarle una durabilidad superior a futuro.