Historia
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Hallazgo que cambia la historia: descubren momias prehistóricas con más de 12.000 años, anteriores a las de Egipto

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando hablamos de momias, siempre pensamos en el antiguo Egipto. Sin embargo, un hallazgo reciente ha relevado que antes antes de que los antiguos egipcios desarrollaran sus conocidas técnicas de embalsamamiento, en regiones de Asia ya existían comunidades que practicaban la momificación con un método sorprendente. el ahumado. Un equipo internacional de investigadores, cuyos resultados se publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), ha documentado que hace unos 10.000 años varias comunidades de China y el Sudeste Asiático aplicaban este procedimiento funerario. El descubrimiento de momias prehistóricas cambia por completo la cronología de las prácticas funerarias conocida hasta la fecha.

Los arqueólogos analizaron decenas de sepulturas en China, Filipinas, Laos, Tailandia, Malasia e Indonesia. En todas ellas encontraron patrones recurrentes: esqueletos colocados en posiciones fetales, cuyos huesos revelaban rastros de calentamiento suave y depósitos de hollín. Las investigaciones posteriores con técnicas avanzadas confirmaron que los cuerpos habían estado expuestos al humo durante un periodo de tiempo prolongado. La diferencia es clara: en una cremación, el calor intenso calcina huesos y tejidos. Aquí, en cambio, se encontraron señales de una deshidratación lenta, compatible con un ahumado a baja temperatura.

Descubrimiento de momias prehistóricas

Hsiao-chun Hung, investigadora principal del estudio, explica que «el humo permitía a los difuntos permanecer visibles entre los vivos». Esta forma de momificación no garantizaba la preservación milenaria como en Egipto, pero sí prolongaba la permanencia del cuerpo durante décadas o incluso siglos. El cuerpo, ahumado y endurecido, representaba la permanencia del espíritu entre los vivos.

Para confirmarlo, los investigadores aplicaron técnicas de análisis molecular en 54 individuos procedentes de 11 yacimientos distintos. Los resultados mostraron rastros claros de un calentamiento prolongado a baja temperatura, coherente con un secado lento mediante humo. La antropóloga Ivy Hui-Yuan Yeh señala que  es posible que la momificación por ahumado acompañara a los primeros Homo sapiens desde África, hace unos 42.000 años.

Uno de los aspectos más fascinantes del hallazgo es que algunas comunidades de Papúa (Indonesia), como los Dani y los Pumo, todavía practican rituales de momificación por ahumado. En 2019, investigadores presenciaron el proceso de primera mano: los cuerpos se ataban con firmeza y se dejaban expuestos al humo de fuegos de baja temperatura durante varias semanas, e incluso meses. Con el tiempo, la piel se ennegrecía, los tejidos se endurecían y la figura del difunto quedaba rígida y reconocible.

Por otro lado, en la costa de Chile, los Chinchorro desarrollaron sus propias momias hace unos 7.000 años. En su caso, extraían los órganos internos y el cerebro, y luego dejaban que los cuerpos se secaran en el desierto. En Egipto, las técnicas de embalsamamiento con resinas y sustancias químicas se empezaron a utilizar alrededor del 4300 a.C..

Cómo funciona la momificación por ahumado

A diferencia del proceso del Antiguo Egipto, que utilizaba sustancias químicas como el natrón para deshidratar y conservar los cuerpos, el método asiático se basaba en el calor y humo.

Los cuerpos se colocaban cerca de hogueras que se mantenían encendidas durante varias semanas. El calor del humo eliminaba progresivamente la humedad de los tejidos corporales, al tiempo que dificultaba la proliferación de bacterias y hongos responsables de la descomposición. Con el tiempo, la piel adquiría una textura rígida y oscura.

Este procedimiento requería un conocimiento muy preciso del fuego. Si la temperatura era demasiado alta, se producía una cremación. Si era demasiado baja, el cuerpo se pudría. «El secado prolongado con humo antes del entierro constituye una forma de momificación que también se ha observado históricamente entre sociedades indígenas de Australia, y que incluso se practica en ciertas zonas de las Tierras Altas de Nueva Guinea en la actualidad».

«Que la momificación por humo se haya mantenido durante más de 12.000 años y en una extensión geográfica tan grande es algo extraordinario», afirma Hung.