España
Gobierno de España

Sánchez se viene arriba y amenaza a Musk con perseguirle penalmente por «lo que pasa en sus redes»

Sánchez también propone acabar con el anonimato en redes y forzar a los dueños a dar a conocer su algoritmo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recrudecido su discurso contra los propietarios de redes sociales, como es el caso de Elon Musk, a los que ha acusado de «aumentar la división y el odio», por lo que defiende que deben ser «penalmente responsables de lo que pasa en sus redes». Sánchez ha planteado en Suiza un plan contra los «tecnomillonarios» que también incluye acabar con el anonimato en redes y forzar a los dueños a dar a conocer el algoritmo para poder evaluarlo. La beligerancia sobrevenida de Sánchez contra las redes sociales contrasta con lo que defendía en su afamada tesis doctoral. El presidente del Gobierno aseguraba que estas plataformas servían a los ciudadanos para «fiscalizar Gobiernos». 

«Sé que no va a ser sencillo, lo sé, estamos todos un poco asustados porque las personas a las que nos enfrentamos son muy poderosas, tienen recursos financieros y tecnológicos casi ilimitados, aliados muy peligrosos y no están jugando limpio porque no están cumpliendo con nuestras normas morales ni se enfrentan a estas consecuencias», ha defendido Sánchez desde Suiza. «Pero sé que podemos ganar la batalla porque tenemos razón, porque somos más y porque ya lo hemos hecho en el pasado», ha añadido.

De este modo, Sánchez continúa su discurso contra lo que recientemente definió como «tecnocasta», en referencia a los dueños de las grandes compañías tecnológicas de Estados Unidos, que se han alineado con el nuevo presidente Donald Trump, investido esta misma semana. Sánchez ha alertado de los efectos negativos de las redes sociales «ocultos en los algoritmos», que en lugar de empoderar a la gente han acabado en una concentración de poder y riqueza «en manos de unos pocos» y están «polarizando el debate público».

«Los que piensan que porque son ricos están por encima de la ley y pueden hacer lo que quieran. Por eso, estimados amigos, por eso los multimillonarios quieren acabar con la democracia», ha lanzado. El jefe del Ejecutivo ha anunciado que va a proponer al resto de líderes europeos en el próximo Consejo de la UE poner fin al anonimato en las redes sociales, obligar a las plataformas a «abrir la caja negra de los algoritmos» y finalmente hacer que los directivos y propietarios de las redes «tengan que rendir cuentas si no cumplen con las normas establecidas para estas plataformas».

Tesis doctoral

En su tesis doctoral, titulada Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012) y defendida en la Universidad Camilo José Cela (UCJC) de Madrid en noviembre de 2012, Pedro Sánchez sostiene en la página 38 que «la expansión de la democracia como fórmula de gobierno mayoritariamente presente en los países, el acceso de la población mundial a las Nuevas Tecnologías de la Información y el vertiginoso desarrollo de éstas, cuyo último paradigma es la aparición de las redes sociales (Twitter, Facebook, etc.), han ensanchado las opciones de acceso a la información y a la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos, situando a los Gobiernos en el centro de la fiscalización directa y diaria por parte de la población».

Sin embargo, lo que pensaba entonces Sánchez, cuyas responsabilidades políticas no habían ido más allá de ser diputado en el Congreso y concejal del Ayuntamiento de Madrid, contrasta con el discurso que enarboló el pasado lunes respecto a estas redes.

Un discurso que, ahora, ha cambiado. «Creo que la historia, si nos ha mostrado algo, es que las tecnologías no crean prosperidad por sí solas. De hecho, tienden a reforzar el status quo, a dar más poder a los poderosos y hacer más ricos a los ricos. Y, por tanto, esta amenaza es especialmente grave en un contexto como el actual, en el que estamos viendo, por ejemplo, cómo la tecnocasta de Silicon Valley está tratando de usar su poder omnímodo sobre las redes sociales para controlar el debate público y la acción gubernamental, nada más y nada menos, que de todo Occidente», ha defendido Sánchez esta misma semana.