Puigdemont maniobra para ser candidato de JxCAT a las generales para ir contra de Junqueras

El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, mantiene su cruzada contra el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras. Confirmada la candidatura del republicano encarcelado en Lledoners a las próximas elecciones generales del 10 de noviembre, tal como avanzó el martes OKDIARIO, Puigdemont maniobra ahora para hacerse con el liderazgo de la candidatura de los neoconvergentes en el Congreso.

El político fugado a Bruselas fue candidato a las elecciones del Parlament del 2017 y las europeas de este mismo año, pero no ha podido ocupar el escaño en ninguna de las dos cámaras. Para recoger el acta tenía que volver a España, algo que prometió a sus votantes en dos ocasiones, pero que nunca ha cumplido con temor a ser detenido. En el caso del Parlamento Europeo se llegó a desplazar a tan sólo cinco kilómetros de la frontera francesa, pero no llegó a cruzarla por miedo a la detención.

La posibilidad de que, una vez publicada la sentencia, el juez del Tribunal Supremo Manuel Marchena reactive la euroorden de detención hace mover ficha al ex presidente catalán y a su entorno. Previsiblemente la sentencia será pública antes de los comicios del 10 de noviembre y, ese día, ya estarán inhabilitados de cargo público. Pero si la sentencia no les acabase inhabilitando, y el juez reclamara su extradición y permitiese acudir a Junqueras y Raul Romeva al Congreso, se abriría una puerta para su vuelta a la política institucional.

En las últimas elecciones generales fue uno de los presos de JxCAT, Jordi Sànchez, quien encabezó la lista por Barcelona junto a Josep Rull por Tarragona, Jordi Turull por Lérida y el abogado de Puigdemont Jaume Alonso-Cuevillas por Gerona. Su amigo íntimo Josep María Matamala fue designado candidato al Senado por esta misma provincia.

El ex presidente cuenta con el control total del grupo en Madrid, con Laura Borràs y Miriam Nogueras al frente, dos personas de su máxima confianza. Su candidatura volvería a poner en jaque a las instituciones del Estado y tensaría aún más la tensión con ERC, principalmente con el propio Junqueras, a quien derrotó en las urnas en mayo pese a que las encuestas le daban la victoria a Esquerra.