El PNV afirma que Aitor Esteban no saludó a Espinosa de los Monteros porque «no da la mano a franquistas»

Aitor Esteban, dirigente del PNV, negó el saludo a Iván Espinosa de los Monteros, dirigente de VOX, en el debate a 7 celebrado RTVE este viernes. Desde la formación vasca han afirmado que «no da la mano a franquistas», recordando, además, que el dirigente del partido de Abascal llamó a los peneuvistas «racistas y xenófobos».

Al finalizar el debate en la televisión pública, el dirigente de VOX fue a saludar al resto de portavoces de los grupos parlamentarios que habían participado en el debate a siete: Adriana Lastra (PSOE), Cayetana Álvarez de Toledo (PP), Inés Arrimadas (Ciudadanos), Irene Montero (Unidas Podemos), Gabriel Rufián (ERC) y Esteban. No obstante, el cabeza de lista del PNV por Vizcaya al Congreso eludió darle la mano. Este es el momento en el que el dirigente vasco niega el saludo al dirigente de VOX. 

«En efecto, Aitor Esteban ha negado el saludo a un tipo que cinco minutos antes le había llamado, a él y a las mujeres y hombres» de su partido, «racistas y xenófobos. Los vascos y las vascas no damos la mano a franquistas», han señalado en su perfil de Twitter desde el PNV.

En efecto, @AITOR_ESTEBAN ha negado el saludo a un tipo que 5 minutos antes le había llamado, a él y a las mujeres y hombres de @eajpnv, “racistas y xenófobos”. No es una cuestión de educación, sino de principios y dignidad. Las vascas y los vascos no damos la mano a franquistas. pic.twitter.com/zxS5xqTonV

— EAJ-PNV (@eajpnv) November 2, 2019

En este sentido, la formación vasca asegura que «no es una cuestión de educación, sino de principios y dignidad». «Las vascas y los vascos no damos la mano a franquistas», ha aseverado. Durante el programa de TVE, Esteban aseguró que Vox «es un partido franquista».

Esteban, no obstante, había asegurado apenas unos segundos antes en el mismo debate celebrado en la televisión pública que «nosotros respetamos a todos, aunque no piensen como nosotros». Poco tardó en desdecirse a sí mismo, puesto que su reacción tras la exposición por parte de Espinosa de los Monteros fue de todo menos conciliadora. Rechazó el saludo porque no le gustó lo que había dicho un rival en el debate. Llevó al terreno personal una crítica política a las raíces de su partido.