Las vacaciones del presidente

Sánchez no tendrá piscina ni gimnasio reformados este verano en Lanzarote: el concurso queda desierto

Ninguna empresa se presentó a la licitación de la conservación de las instalaciones del palacete de La Mareta (Lanzarote), donde Pedro Sánchez acostumbra a pasar sus vacaciones.

Sánchez gasta 32.000 € en el gimnasio, la piscina y las canchas deportivas de su palacete en Lanzarote

Pedro Sánchez, Begoña Gómez y la residencia de La Mareta (Lanzarote).
Pedro Pedro Sánchez, Begoña Gómez y la residencia de La Mareta (Lanzarote).
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Tanto si la investidura sale adelante en julio, como si se convocan elecciones, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, seguirá la costumbre de irse de vacaciones en agosto. El socialista acostumbra a repartir su tiempo de descanso entre dos fincas: Las Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana (Huelva) y el palacete de La Mareta, en Lanzarote, que visitó por ejemplo durante las pasadas Navidades. El jefe del Ejecutivo había previsto que la finca canaria estuviese ‘a punto’ para el verano, pero no podrá ser. Ninguna empresa se ha presentado a la licitación, que incluía la reforma del gimnasio, las pistas deportivas (de tenis y de baloncesto y voleibol), la piscina exterior o el helipuerto.  En consecuencia, el contrato se ha declarado desierto. 

El procedimiento, como informó OKDIARIO, se inició en abril, a través de Patrimonio Nacional. El contrato, dirigido a la conservación arquitectónica de distintos inmuebles del Estado, se dividió en nueve lotes, entre ellos, el de La Mareta. Las obras previstas en esta residencia ascendían a 32.100 euros, una cuantía muy reducida si se compara con otras presupuestadas en el contrato, como la de La Granja, en Segovia (332.750 euros). Pero los trabajos de mantenimiento resultaban llamativos en el caso del palacete canario, ya que, a diferencia del resto, afectaban directamente a instalaciones utilizadas para el disfrute y el tiempo de ocio del presidente socialista. Además de las indicadas, el contrato incluía la ‘puesta a punto’ de la residencia oficial y los siete bungalows que forman parte del complejo.

Reformas previstas en la residencia de La Mareta (Lanzarote). Fuente: Patrimonio Nacional.

El contrato, por valor total de 3 millones de euros en 2 años, incluía también el mantenimiento del Palacio Real de Aranjuez, El Pardo, el Palacio Real de Madrid, la Granja de San Ildefonso, El Escorial, el Monasterio de San Jerónimo, el Real Alcázar de Sevilla o el Palacio de La Almudaina, en Palma.

En todos los casos, sin embargo, las obras se referían a la conservación de edificaciones y otros bienes de innegable valor cultural o histórico, museos y construcciones de interés dentro de los distintos complejos. Algo que dista del caso de La Mareta.

Concurso desierto

El procedimiento culminó el pasado 17 de junio, con la adjudicación de los diferentes lotes. Según la documentación, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, ninguna empresa optó al contrato de La Mareta, con lo que la licitación tuvo que declararse desierta. Lo mismo ocurrió en el caso del Palacio de la Almudaina, en Palma y de los Reales Alcázares, donde la única empresa que optó al procedimiento no subsanó las irregularidades en la documentación requerida.

Declaración de contrato desierto. Fuente: Patrimonio Nacional.

La conservación del palacio de La Mareta cuesta a Patrimonio 10.000 euros públicos al mes, según reveló OKDIARIO tras una consulta al Portal de Transparencia. Cuatro personas, a cargo del erario, prestan sus servicios: un encargado general, un ayudante especialista de jardines, otro de mantenimiento y un ayudante más.

Desde que llegó a La Moncloa, Sánchez ha realizado varias compras para acondicionar la residencia canaria a su gusto. Según consta en la Plataforma de Contratación del Estado, se adjudicó la contratación de servicios de renovación de la red local, por 14.163,39 euros; se compró una lavadora semi-industrial de 3.971 euros y se ordenó el traslado de varias obras de arte de Patrimonio, cuyo transporte costó 9.836,65 euros. Además, se instalaron varias cámaras de seguridad, por 3.714 euros.

Cedido por el Rey

Sánchez despidió el año 2018 y pasó en esta residencia la primera semana del año, acompañado de su mujer, Begoña Gómez, sus hijas y su perra, Turca. Durante la estancia, se pudo ver incluso al dirigente del PSOE utilizando a su escolta para vigilar a su mascota mientras él disfrutaba de un baño en las cálidas aguas canarias.

La residencia de La Mareta fue un regalo del rey Hussein II de Jordania a don Juan Carlos en 1989. En 2015, y por deseo expreso del Rey Felipe VI, la Residencia Real se puso a disposición del Gobierno, pero con un fin: la promoción y la defensa de los intereses turísticos del país.

No obstante, en este tiempo, Sánchez ha hecho uso de este palacio de forma estrictamente personal y aprovechando su período de descanso. Es decir, sin agenda. La familia ‘presidencial’ no duda así en disfrutar de una finca de 30.900 metros cuadrados, diseñada y decorada por el artista César Manrique, y con acceso directo al mar.

En esta residencia se alojaron los cancilleres alemanes Helmut Kohl y Gerhard Schröder, el expresidente de la URSS, Mijail Gorbachov y su esposa Raisa o el presidente checo Václav Havel. También, los presidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Durante su mandato, Rodríguez Zapatero también aprovechó este complejo en Lanzarote para pasar algunos días de sus vacaciones.

Su estancia no estuvo exenta de polémicas, ya que, en 2005, trascendió por ejemplo que Patrimonio Nacional había gastado 271.697,99 euros para acondicionar la residencia. En concreto, y como admitió el propio Ejecutivo, se realizaron trabajos de pavimentos de paseos y zonas comunes, asfaltados, trabajos en piscina, zona deportiva, fuente y estanque central, arreglo de terrazas exteriores, reposición de baliza en el helipuerto, instalaciones de iluminación y refrigeración, canalización perimetral eléctrica y faroles exteriores.

Entre estas obras figuraba por ejemplo la “pintura de suelos y de marcación para la cancha de baloncesto y tenis” por 8.987 euros. Una zona deportiva de la que podrá disfrutar Sánchez que, como se sabe, presume de su amor por el basket y que llegó a jugar como juvenil en el Estudiantes.

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