El juez investigará la paternidad de Nadia al escapársele al padre: «Es como si fuera mi hija»

El juez instructor del caso Nadia investigará la paternidad de la niña tras las declaraciones de los padres en sede judicial el pasado viernes. Según han informado a OKDIARIO fuentes de la investigación, durante el interrogatorio al padre de la menor por parte del ministerio Fiscal, este, en un momento determinado, responde con un: «Como si fuera mi hija». Una afirmación que no ha pasado desapercibida para los que investigan el caso.

En la mañana del viernes, Fernando Blanco, padre de Nadia, tras llevar detenido casi 24 horas, declaraba ante el juez encargado del caso de la presunta estafa. Un día antes, el mismo jueves que fue arrestado, llegó a la Guardia Civil una carta firmada donde se advertía de la posibilidad de que Nadia no fuera hija biológica del matrimonio. En la misiva, que va dirigida «para el fiscal jefe de Lleida y las fuerzas seguridad del Estado encargadas del caso estafa niña Nadia», se apunta la posibilidad de que se trate «desde el principio» de una «idea originaria de negocio».

Por este motivo, la fiscal encargada del caso preguntó a Blanco por este asunto durante el interrogatorio, a lo que el progenitor respondió tajantemente que sí es su padre. Sin embargo, tras varias preguntas y respuestas en las que aseguraba una y otra vez que sí es el padre biológico de la pequeña, llegó a decir: «Como si fuera mi hija». Una afirmación que sorprendió a los que se encontraban en la sala y que ha provocado que finalmente el instructor decida investigar la paternidad de la menor.

Dada la complejidad del caso, fuentes de la investigación aseguran que «no hay que descartar nada» y subrayan que la investigación «no ha comenzado apenas». En este sentido aclaran que «todo se precipitó tras tener conocimiento de la posibilidad real de fuga obtenida gracias a los pinchazos telefónicos», por lo que se precipitaron las pesquisas y se procedió a la detención de los padres de la pequeña.

El padre no pagaba impuestos

Durante su declaración, Fernando Blanco explicó que los ingresos que obtenía de su «actividad profesional» – una tienda de vinos y charlas de motivación personal- le suponían unos 30.000 euros anuales, dinero que ingresaba en la misma cuenta destinada a los gastos por la enfermedad de Nadia y de la que sacaban a diario cantidades que llegaban incluso a los 10.000 euros, «sin realizar distinciones entre dinero ‘propio’ y donaciones», señala el auto.

El juez no cree en las afirmaciones que el padre Nadia realizó en sala y así deja constancia en su escrito: «Este Instructor no dota de veracidad dichas explicaciones». En este sentido, el magistrado subraya en el auto que el propio Blanco afirma que del dinero que ganaba con su trabajo, no pagaba ningún impuesto: «Preguntado el investigado, aseguró que de su actividad profesional vendría percibiendo cerca de treinta mil euros anuales. Es necesario poner de relieve que dichos ingresos no resultan justificables por cuanto reconoció que el negocio carecía de contabilidad y que no pagaba impuesto alguno».

En el escrito, el magistrado destaca los gastos que hacía la familia con el dinero obtenido por las donaciones: «Son constantes los cargos por conceptos ordinarios tales como supermercados, ferreterías, grandes centros comerciales, viajes, hoteles, restaurantes, tiendas de electrónica, comercio electrónico, alarma del domicilio, gastos de telefonía. Y así una larga lista de gastos ordinarios. Dentro de estos, llama especialmente la atención el pago del alquiler de la vivienda de la familia.

En este orden de gastos, la familia habría costeado la adquisición del último vehículo con los fondos obtenidos a través de donaciones». Un vehículo que según el padre de Nadia no era de uso particular sino que pertenecía a su empresa.