Crisis del coronavirus

Ayuso abre una UCI flexible de 35 camas en el Hospital Gregorio Marañón para enfermos críticos

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Isabel Díaz Ayuso abre una UCI flexible de 35 camas en el Hospital Gregorio Marañón para enfermos críticos.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha visitado este martes una nueva Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Se trata de una UCI flexible que permite pasar de las 23 camas habituales a 35 de forma inmediata para dar «respuesta a demandas asistenciales derivadas de crisis sanitarias o emergencias».

El Gobierno autonómico ha invertido en esta nueva dotación 1.678.000 euros con el objetivo de «reforzar la atención especializada a enfermos críticos». La presidenta madrileña ha destacado durante su visita que en este nuevo espacio han primado «unos criterios en base a la eficiencia, la flexibilidad y la comodidad para los pacientes y el personal sanitario, y por encima de todo, a la humanidad, que es lo que representa el trabajo de la enfermería». «Sobre todo, en situaciones como esta del COVID que estamos viviendo donde tantas familias no pueden estar ni despedirse de sus seres queridos», ha agregado.

El Hospital Gregorio Marañón contaba hasta el momento con 18 UCIs, y con la nueva dotación esta cifra podría ascender hasta las 58. «Son las más avanzadas en cuidados intensivos. Son unas UCIs de primera», ha recalcado Isabel Díaz Ayuso.

Actualmente, la Comunidad de Madrid cuenta con 1.094 camas instaladas en UCI, entre hospitales públicos y privados, de las que 803 están ocupadas, lo que se traduce en el 73,4% del total. De ellas, 466 están con pacientes COVID-19, lo que supone un 42,5% del total de camas instaladas. En el caso de los hospitales públicos, las camas UCI ascienden a 842, de las que 706 están ocupadas, 419 por pacientes con coronavirus.

Más de 1.000 metros cuadrados

Esta nueva UCI del centro sanitario ocupa un total de 1.1000 metros cuadradas que se pueden dividir en dos áreas separadas y simétricas: pacientes enfermos con coronavirus y pacientes que no están infectados por el COVID-19. También se han instalado dos controles de enfermería que permiten una visión directa de todos los puestos, además de conectarse de forma independiente con el espacio destinado a trabajo y descanso del personal.

Las habitaciones están separadas por unos tabiques móviles y unos cabeceros suspendidos que permiten incrementar el número de camas disponibles y así poder reacciones de forma rápida ante una situación de emergencia sanitaria como la pandemia actual.

Todas las habitaciones cuentan con presión positiva y se han habilitado cuatro estancias con presión negativa que permiten un alto aislamiento, con una antesala estanca que facilita al personal equiparse antes de acceder a la habitación y a su vez mantener las presiones entre las diferentes áreas y el interior del box.

La unidad cuenta con un sistema de ventilación que renueva el aire desde el exterior doce veces cada hora, todo ello a través de filtros HEPA y con control de contaminantes. Asimismo, las habitaciones cuentan con un sistema de iluminación que permite tres modos: apagado, encendido y ciclo circadiano, que imita la luz natural según el momento del día.

Las nuevas instalaciones se han dotado con tecnología y equipos de última generación como respiradores, desfibriladores, electrocardiogramas, carros de parada, monitores y control de monitorización y todo el mobiliario clínico necesario.

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